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Haciendo la maleta
Publicado el 20 octubre 2011 por MarisapuigBueno, este post a ser muy cortito porque estoy preparando la maleta para irme con mi churri y media familia al Camino de Santiago. No se hagan ilusiones que no pienso recorrer 600 kilómetros por esos mundos de Dios. No. Yo me voy de señoritinga, con mi amiga Alejandra a dormir en hoteles como pachás - o pachasas que no se como se dice- y a ejercer de coche escoba pues cualquiera que nos conozca sabe que no tenemos la más mínima intención de dormir en albergues municipales rodeadas de zarrapastrosos peregrinos- “dicho sea con el debido respeto y en estrictos términos de defensa” como se dice en mi profesión- porque ¿alguno de uds. me imagina a mí y a mi amiga -con lo asquerosa que es, bueno lo somos las dos- compartiendo colchoneta con una panda de sudados y agotados caminantes…(aunque eso dependerá de la donosura del caminante...juajua) Pero para poder ir hay que hacer previamente la maleta y ¿sabe alguno como se hace el equipaje?. Y como siempre se me plantea el dilema ¿Qué me pongo? ¿Qué me llevo? ¿hará frío o calor? ¿necesitaré chubasquero y paraguas? ¿botas o zapatillas? y ¿Qué tal unas bailarinas? -se imaginan a una en el Camino con bailarinas, aunque bien pensado mi cuñada la flaca es capaz de eso y mucho más. Les contaré un secreto, en una ocasión se hizo la travesía Benejama-Fontanares, monte a través con cuñas de lazada, quien hace eso puede recorrerse el camino con tacones...¡es una fiera!Hacer el equipaje es una cuestión bastante complicada pues siempre ocurre que o te pasas o no llegas. Les cuento, yo tuve un novio que era opositor al que aguanté hasta que aprobó. No se crean que era una oposición facilita, estuvo nada menos de cuatro años preparándola y yo como una santa a su lado. En esa época una estaba bastante verde en las artes de la vida social con los padres, abuelos y hermanos ajenos, bastante pijos por cierto. Pues bien esta gente era de lo más mirada con las formas y yo, que siempre fui bastante ácrata en eso, no tenía ni idea de cómo había que vestir en cada ocasión, -piensen que tenía 20 tiernos añitos- me embutía en mis vaqueros cada mañana para ir a la Facultad y únicamente me cambiaba de jersey o de camisa...de modo que mi vestuario se limitaba a vaqueros y vaqueros, eso si, en aquella época de la movida nos calzábamos unos taconazos de ahíteespero y de unos colores idealesdelamuerte (no he vuelto a tener zapatos tan bonitos).
Cuando el chico aprobó hubo que ir a Madrid a nomeacuerdoqué, creo que a asistir a una ceremonia de entrega en el colegio profesional y cenar en casa de los abuelitos...y yo que había preparado mi maleta nada concienzudamente, me encontré con que sólo tenía vaqueros y vaqueros, uno dos jerseys y taconazos....¿que hacer? pues obvio, jurarporloquenoestáescrito que esto no me volvía a pasar nunca...como habrán imaginado a la bruja de la madre del opositor le faltó tiempo para recriminarme por lo inadecuado de mi vestuario y humillarme delate de toda su pija familia y yo como Escarlata O'Hara exclamé:¡¡JURO QUE NO VOLVERÉ A QUEDARME CORTA CON LA ROPA QUE META EN LA MALETA!!
Las consecuencias de esta triste y humillante experiencia no se hicieron esperar. En adelante tuve que llevar la maleta más grande que había en el mercado para horror de todos los churris que han pasado por mi vida, y sobre todo de mi querido churri-marido que no entiende que para un fin de semana incluya, tres pares de pantalones, tres de zapatos o botas, uno o dos vestidos por si las moscas hay algo más formal a que acudir, cuatro o cinco jerséis y camisas, uno para el frío, otro por si hace calor, otro por si llueve, otro por si hay nieve....en fin el maletón imposible de cerrar...y no les cuento lo que necesito cuando vamos de viaje en serio no de finde.
Esta es mi última adquisición
Pero hay que decir que yo soy discreta comparada con mi amiga Mariola la churri de Alberto…ésta se lleva si vamos de casa rural o de apartamento ropa para montar un Corte Inglés en territorio rural, todo ello acompañado de tres hijos y el perro -para más señas un enorme y precioso labrador que ocupa un asiento el solito-, material de esquiar, botas, esquíes, cascos, plumíferos...la termomix, las copas de vino, los moldes de pudin, comida preparada para todos los gustos, bizcochos variados, cocas, carne guisada, sandwich de pepino... -esto les juro por mis entrañas que es más real que el sol saliendo por la mañana- y hago un inciso: En el último viaje que compartimos a la nieve montó una perfecta comida mexicana para catorce personas con todos sus ingredientes, no faltó nada, bueno si, me hubiera gustado que se hubiera traido el mariachi y así la fiesta hubiera sido completa, pero me temo que su marido se opuso rotundamente a tan original petición. ¡Tenían que haber visto el coche cuando aparcaron! ¡aquello parecía el arca de Noé poco antes del diluvio! ¡había más provisiones que en el Carrefú antes de Navidad! pero entre todos conseguimos -después de dos horas de árduo esfuerzo- vaciar el coche y por supuesto dimos buena cuenta de la excelente comida mexicana.
En fin tengo que dejarles porque como comprenderán con tanta ropa que tengo que embutir me van a dar las uvas yyoconestospelos....así que muchos besitos ....les tendré informados de nuestras andanzas por esos mundo de Dios, comenzaremos en Francia y terminaremos en Pamplona...promete el viaje: cerveza, comiditas, paseos y turismo rural y amigos....y ¡ya veremos que me pongo!
PD: les dejo una imagen de un mariachi...a la vista del número de componentes no entiendo porqué Alberto se negó rotundamente a llevarlos en el coche, yo creo que cabian con holgura.