Para el experimento utilizaron el todoterreno Subaru Outback, un smartphone con Android y una técnica bautizada como “war texting”, que les permitió tomar el control del auto de forma remota, desbloquear las puertas y arrancar el motor.
Mathew Solnik y Don Bailey, los expertos que llevaron a cabo la prueba, aseguran que lograron interceptar la contraseña de autenticación que envía el auto a un servidor en un par de horas.
Los hackers, que no aportaron detalles técnicos de su procedimiento de hackeo, han señalado que esa misma técnica podría llegar a emplearse para controlar sistemas de tráfico, telefónicos, y hasta estaciones eléctricas.
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