Hagas lo que hagas, no me rayes el coche

Esta vez es fácil. Se presenta una queja oficial. Se llama a consultas. Se levanta el teléfono: "Hugo, chato, como se ha sobrao el Isaías, ¿no?" Pero tampoco. Hay que defender los intereses de Repsol. Mecachis los mengues.
Es una más. Tengo la sensación de que he invitado a cenar a mi casa a un amigo del trabajo de mi novia y se ha meado en las plantas después de decir que mis montaditos de naranja y ventresca son una porquería. (A lo mejor un día me da por hacer un blog de recetas en lugar de este que tengo ahora) Y va, y mi novia, me dice que me calle. Pues esta noche no toca, chata, que estoy de mal café.(El sexo me quita el dolor de cabeza, así que no me vale esa excusa) Todo por defender el buen ambiente en el trabajo de mi chica ye-ye.

Seguro que no he mirado bien. En algún periódico, panfleto, blog, fanzine, (¿aún se hacen fanzines o solo webzines?) web de videos de María Lapiedra o algo por el estilo, tiene que venir publicado que Zapatitos y Moratinitos la han liado parda frente a la embajada venezolana y el teléfono del tal Isaías hecha más humo que los puros de Sara Montiel. Que alguién me lo envíe por favor. No puedo creer que no sea así.
A mi novia, a una mala, la puedo enviar a pastar al campo. Con los otros, me tengo que aguantar. Siguen agachando la cabeza. Si bwana. ¿A cuanto las neveras?
Chicos, Repsol (o quien sea) es una empresa soberana, que seguro sabrán donde se meten. A los demás, nos están pisoteando. ¿O es que no les importa que estos tíos maten gente?
P.D.: ¿Cual será el coche que no hay que rayar? Cada vez que nos la montan así me acuerdo de Def con Dos. Que ratos pasabamos en el INSTINTO, ¿eh? - Ver video en YouTube