Para empezar en un jardín no pueden faltar calabazas. No pasa nada si no están preparadas con la típica cara de miedo, si son de verdad o de plástico, pero es una seña inconfundible de esta noche.
Un espantapájaros puede ayudar mucho, y siempre se le puede dar un toque más terrorífico añadiendo una tela de araña por encima o poniéndole un disfraz de bruja.
También podemos poner algún fantasma y hacerlo fácilmente. Coge un palo y clávalo en el suelo. En el otro extremo del palo ata un globo y pon una sábana blanca por encima, que llegue hasta el suelo. Pinta unos ojos y una boca y si quieres conseguir un efecto más terrorífico, coloca una linterna o cualquier fuente de luz en el suelo, bajo la sábana.
No olvides colocar algunas velas, sobretodo en la entrada a la casa o formando un camino hasta la puerta.