Esta fiesta de origen celta, fue una de las más importantes de su año ya que se consideraba el "año nuevo celta". En la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre finaliza la temporada de cosechas y comienza la estación oscura (invierno)
Fue el cristianismo quien reconvirtió esta fiesta pagana en "el día de todos los santos".
Decía la tradición que en esta noche, las puertas del otro mundo se abrían para que las animas de los muertos visitaran a sus familiares y a sus hogares para calentarse y comer algo; por eso la gente dejaba en la puerta de sus casas ofrendas a los muertos. También para mantener lejos a las almas malignas cogían las calaveras de los enemigos muertos, les introducían velas en el interior y las colocaban a las afueras de los cruces de caminos y en las murallas de sus poblados.
Con el tiempo las calaveras se sustituyeron por nabos y después por la tradición irlandesa por calabazas.
El propósito de usar trajes y máscaras se debía a la necesidad de mantener lejos a los espíritus malignos para que no les hicieran daño.
Los inmigrantes irlandeses llevaron esta tradición a América del norte entre los siglos XIX y XX.
En España se celebra esta tradición desde hace 30 años, principalmente en las zonas de habla gallega. En Galicia uno de los lugares en los que he vivido aprendí el significado y el origen de esta tradición que quería compartir con vosotras.
Mirar la manicura inspirada para estos días que llevo puesta:
Los esmaltes son de essence.El color caldera es el nº64, cubre con una sola pasada y me costó 1,99 euros.
Que paseis una noche terroríificaaa hahahahahahaha!!