Hace unos días me convertí en Silvia Devoradora. Tengo un hambre increíble. Me he encontrado recién comida, con el estómago lleno hasta la plenitud y queriendo dar una gran mordida a algo que engorde... porque no tengo hambre de ensaladas: no.
Según yo estoy muy a gusto, pero evidentemente traigo una ansiedad que decidió instalarse en la parte de mi mente que pide comida. Hoy he comprado un té verde con otras hierbas, que se supone ayudará a calmar al monstruo: a ver si funciona.
Silvia Parque