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Hanna sin Hermanas

Publicado el 20 junio 2011 por Escabechina
Hanna sin Hermanas
Después de ver Hanna hay muchas cosas que no quedan claras o quedan colgando. Demasiadas zonas grises o colgajos sueltos. Demasiadas... 
Lo que sí está claro es que Hanna ya no tiene hermanas porque ella misma se encargó de asesinarlas a todas... A partir de ahí, bien, no se extrañen demasiado, supongo que alguno de ustedes ya recuerda que la niña repelente ésta de nombre absurdo, Saoirse Ronan, ya le fue haciendo de putaditas a su hermana mayor y su noviete priápico en Expiación, también conocida como La que nos cayó encima por el polvo de la biblioteca. Yo entonces ya la hubiera tirado por el balcón a la niña escritorzuela de las narices. Pero no, la tía mierda se salvó. De hecho, fue LA ÚNICA que se salvó. Conque fui a ver Hanna con la esperanza de que, esta vez sí, la defenestraran como se tenía merecido. Pero nada. A la niñata de marras apenas le tocan un pelo y la película ni siquiera funciona como entretenimiento de hostias como panes. Un chasco gordo, ya les digo.
Supongo que alguno aún se acuerda de los cuadernos Rubio. Yo me acuerdo. Soy lo suficientemente viejo para esa basura. Fui lo suficientemente mastuerzo para aquella basura. Pues bien, los primeros niveles de aquellos cuadernos, los niveles para "niños especiales" o directamente retrasados, ni siquiera tenían letras o números. Se trataba, sencillamente, de ir uniendo puntos hasta que te salía un dibujito moñas. Dios, anda que no me hice un buen montón de aquellos cuadernos de unir puntos, con la lengua fuera y los mocos colgando, menudo fui yo... Pues esta película es más o menos eso. Un cuaderno Rubio para almas con retardo. Vas uniendo secuencias de hostias de diseño y música electrolítica, y entre una y la siguente no hay absolutamente nada, ni film, ni trama, ni mierda. Nada. Sólo vacío. Celuloide zombi.

Y eso es Hanna. Una coreografía de diseño a una banda sonora de Chemical Brothers pegada.


Hanna sin Hermanas

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