¡harpo habla! (ii) el decálogo... o lo que sea

Publicado el 26 septiembre 2013 por Anabel
Prometí en mi reseña sobre ¡Harpo Habla! que haría una mención especial a las reglas de comportamiento que se dieron en casa. Permitidme antes una brevísima introducción: Harpo contrajo matrimonio con Susan Fleming en secreto (si queréis saber cómo, lo leéis que para eso está la biografía y es un episodio muy divertido). En pocos años y no sin dificultades (él era judío y ella católica, lo que suponía un obstáculo grave, algo así como lo de las peras y las manzanas para algunos políticos conservadores actuales) adoptaron cuatro hijos: Alex, Billy, Jimmy  y Minnie. 

Harpo y tres de sus hijos


Según cuenta en su biografía, se dieron ciertas reglas de convivencia. No tienen desperdicio. Pensad que hay cincuenta mil "sabios" dispuestos a decirnos como debemos comportarnos cada día. Así las cosas ¿por qué no vamos a prestar nuestra atención a un hombre que nos hace (permitidme que emplee el tiempo presente) reír tanto? No doy más rodeos, ahí están los consejos:
  • La vida ha sido creada para que la disfrutes, pero no la disfrutarás a menos que pagues por ella con un buen trabajo duro. Éste es un precio que nunca tendrá rebajas
  • Puedes trabajar en lo que quieras mientras lo hagas tan bien como sepas y limpies lo que dejas sucio y estés en la mesa a la hora de  la comida y en la cama a la hora de dormir. 
  • Respeta lo que hacen los demás. Respeta el arpa de papá, las pinturas de mamá, el piano de Billy, las herramientas de Alex, los diseños de Jimmy y la casa de fieras de Minnie.
  • Si algo te enfurece, dilo enseguida. Tal vez los demás tengamos también ganas de pelea.
  • Si algo te hace gracia, dilo también enseguida. Podemos reírnos todos juntos.
  • Si tienes el impulso de hacer algo que no sabes si está bien, hazlo. Arriésgate. lo más probable es que si no lo haces te arrepientas, a menos que quebrantes las reglas sobre las horas de comer y de dormir, en cuyo caso  tan seguro como que el infierno está ahí abajo que te arrepentirás.
  • Si el problema está entre hacer lo que te divierte o lo que se supone que  es bueno para ti, y nadie sale perjudicado por lo uno ni por lo otro, haz siempre lo que te divierta.
  • Si todo te resulta demasiado y sienes que el mundo entero está contra ti, ponte de cabeza. Si se te ocurre algo más loco todavía, hazlo.
  • No te preocupes de lo que piensen los demás. La única persona en el mundo lo bastante importante para que te conformes a tus deseos eres TÚ
  • Cualquiera que maltrate a un animal o rompa un palo de billar sufrirá una multa de un mes de salario.
Y recordad estos consejos son palabra de Harpo. No es moco de pavo ¿no?