Revista Talentos

Hartazgo

Publicado el 14 octubre 2018 por 50palabras @50palabras_
Tenía mirada triste pero muy penetrante, impropia para una persona apenas veinteañera, reflejo de un dolor que se presume más en quienes peinan canas. Juventud aviejada por una convivencia tóxica. Desde su interior profundo surgió el grito a la vez que entraba en comisaría: "¡¡Que no me joda la vida!!".
Escrito por Rafael Domingo Sánchez - Twitter

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