¿Has qué punto es un modelo sostenible?

No hace tantos años, Florentino Pérez, al que más de uno le tiene como un genio de las finanzas, se gastó 64 millones de euros, o lo que es lo mismo, unos 10.650 millones de pesetas, millón arriba, millón abajo (en esas cantidades, no viene de uno o dos millones de diferencia), en Kaká. También por esas fechas se gasto unos 96 millones de euros, o 15.973 millones de pesetas (poco más o menos) en Cristiano Ronaldo. Hace unas pocas semanas se gastaba entre 91 y 101 millones de euros, según el medio que leas, en Gareth Bale. En este caso, para los que todavía pensamos en pesetas, estaríamos hablando de, aproximadamente, entre 15.140 y 16.805 millones de las antiguas pesetas, cantidades a las que habría sumar sus respectivos sueldos, y es que está más que claro que estos jugadores no son ni serán mileuristas. Si hace algunos días leía que con Kaká se habían gastado la nada despreciable cifra de 129 millones de euros, miedo me da pensar cuánto se han gastado en Cristiano Ronaldo, del cual Florentino ya dijo que quería que se convirtiese en el jugador mejor pagado del mundo. También me da cierto pánico pensar en cuánto se acabarán gastando en Bale. Teniendo en cuenta todo esto, la pregunta lógica es: ¿Hasta qué punto gastarse tanto dinero en tan pocos jugadores es económicamente sostenible? Porque no estamos hablando solamente de lo que se ha pagado por ellos, sino que luego hay que sumarle los sueldos.
Recuedo que hace algunos años, tras el fichaje de David Beckham también por el club blanco, que lo que habían gastado por él lo acabarían recuperando vendiendo camisetas, lo cual está muy bien de cara a la galería, pero me gustaría saber cuántas camisetas tendrían que venderse para recuperar la ingente cantidad de millones gastados estos últimos años. En el caso de Bale, y según pude escuchar en un programa de televisión hace escasos días, tendrían que venderse alrededor de veinte millones de camisetas para poder recuperar los más de 90 millones de euros invertidos en el galés, aunque, en el fondo, todos los que seguimos este mundillo del fútbol sabemos que, al final, la única manera de recuperar el dinero invertido en un jugador, sobre todo cuando éste llega con la vitola de súper crack y te has gastado tantas decenas de millones de euros, es acabar ganando títulos. En este caso, el fin es muy sencillo: Ganar la Décima, y a ser posible la undécima y la doceava si es posible, a lo que habría que juntar unas cuantas Ligas, y si además lo hacen de manera aplastante, mejor que mejor.
Pero, para bien o para mal, gastarse tal millonada no significa que, automáticamente, los títulos comiencen a llegar a la Castellana. Como ya he dicho más arriba, solamente entre Cristiano Ronaldo y Kaká, el Madrid se ha gastado 160 millones de euros, y cuatro años después apenas han conseguido una Liga, una Copa y una Supercopa de España, mientras que su máximo rival ha conseguido, en el mismo período de tiempo, hasta diez títulos, los cuales se dividen en 3 Ligas, 1 Copa, 3 Supercopas de España, 1 Champions, 1 Supercopa de Europa y 1 Mundial de Clubes, además del respeto y la admiración de buena parte del mundo del fútbol, al mismo tiempo que el club blanco, debido en buena parte a José Mourinho, ha conseguido animadversión prácticamente por todos los lugares por donde ha pasado, además de haber dejado una cantidad de mal rollo difícilmente digerible.
Pero volviendo al tema de marras, uno se pregunta si el hecho de gastarse tanta millonada prácticamente cada año puede ser sostenible a medio y lago plazo, y es que, por muchas camisetas que vendas, mucho me temo que el fichaje de un jugador no puede pagarse solamente con camisetas. Siempre queda, como última instancia, la opción de venderlo, pero siempre y cuando no se haga lo mismo que se ha hecho con Kaká, enviado al Milan leo que a coste cero, por lo que prácticamente sólo le faltaba el lacito de regalo con cintas rojas y negras (los colores del uniforme del equipo italiano). Lo interesante del caso es que, pese a que el negocio con el brasileño ha sido poco menos que ruinoso, el presidente blanco parece haberse salvado de la quema. Si eso lo hacemos cualquiera de nosotros en nuestras empresas, no duramos ni cinco minutos.
Sinceramente, cada vez que sale en las noticias que el Real Madrid se ha gastado lo que no está escrito en un nuevo fichaje, no puedo evitar preguntarme de dónde sacan tanto dinero, más teniendo en cuenta que el equipo blanco es uno de los más endeudados de nuestra Liga. Quizás, en el fondo, sí que es un genio, y es que imagino que habrán pocas personas que, pese a tener una deuda multimillonaria, todavía le dan dinero para darse sus caprichos, además de que los socios le aplauden. Vivir para ver...