¡Hasta siempre Titus!

La vida y la muerte son así de caprichosas y en este caso ha sido la muerte la que ha llamado a Titus para que vaya al cielo/paraíso de las tortugas. ¡Me cagoentó...! Después de un súper disgutazo (no de muerte) quiero dedicar esta entrada a mi fiel, discreto y silencioso amigo que en tantas casas y momentos me ha acompañado. Vale que las tortugas no sean de los animales más cariñosos y comunicativos, pero nueve años son unos cuantos y me bastaba con verlo en su rampita tomando el sol o pataleando sin parar en el cristal para sentirme acompañada.
Nunca ninguna otra tortu ocupará tu lugar y aunque ahora Crom y Mitra (dos mini-mini tortus) están en tus dominios, siempre serás "the only one".
Quiero aprovechar esta entrada-homenaje (¡ese Titus guapo!) para darle la bienvenida a las dos tortus, Crom y Mitra, y al pececillo Hans Castorp a mi ya más numerosa familia. Espero que nos acompañen durante muchos años a Greta y a mí.