A veces pasa. En verano, cuando el tiempo a veces sobra o cuando quieres entretenerte y no sabes con qué, vas al cine. Y sucede que vas con la idea de ver la última comedia española porque, siendo sinceros, a parte de Harry Potter, película que ya viste nada más que se estrenó, no hay nada que prometa ser un poco decente. Y en vez de irte a casa decides quedarte en el cine, a ver una película cuyo trailer te sonaba, pero que no te convencía.
A veces pasa que mientras sacas las entradas, la taquillera te dice que esa peli "ni fú ni fá" (eso sí, te lo dice después de haber comprado tus localidades, la jodía). Y llegas a la sala y ahí, magnificados en esa gran pantalla, te los encuentras:
Graeme Willy y Clive Collings son dos amigos ingleses sin mucha vida social y aficionados hasta tender al frikismo más absoluto a la ciencia ficción en todas sus facetas (cine, novelas, comics, disfraces...). Un verano, deciden hacer realidad su sueño y viajar a Estados Unidos para asistir a la ComicCon, un evento al que llevan queriendo asistir muchos, muchísimos años. También tienen preparada una ruta en autocaravana por los puntos donde, se dice, han ido aterrizando "OVNIS". Una vez inmersos en su aventura, con bastantes escenas llenas de chistes fáciles, tópicos requeteblandos y algo de lentitud, conocerán a un alienígena que cambiará los planes de sus vacaciones y sus vidas para siempre.
Este alien se llama Paul, un bicho verde, tal y como lo hemos imaginado a lo largo de la historia, cuya nave se estrelló hace sesenta años. Hasta ahora, ha permanecido en una base militar pero cuando se entera de que va a ser víctima de experimentos chungos por parte del gobierno, decide huir y pide ayuda (casi forzosamente) a Willy y a Clive.
Lo que resta es una persecución por las carreteras de Estados Unidos por parte de agentes federales para lograr capturarlos, el secuestro de una chica por accidente, alguna que otra cagadita de esas típicas de este tipo de comedia de "no era mi intención pero..." y la elaboración de un torpe plan para ayudar a Paul a volver a casa.
El film empieza bien, con fuerza, pero se va diluyendo a medida que avanza. En ocasiones me ha parecido demasiado rutinaria: "caravana para arriba, caravana para abajo". Si hubiera una palabra que la definiera sería "irregular": a veces divertida, a veces monótona, a veces ingeniosa, a veces tópica.
En definitiva, Paul no pasará a los anales de la historia de las mejores comedias ni tampoco las interpretaciones de sus actores, que ya han trabajado juntos en anteriores películas (aunque, según parece, con más éxito). El extraterrestre Paul merece la pena, pero su personaje debería estar más aprovechado. Salí del cine con la sensación de haber visto una especie de entretenido popurrí de todos los tópicos sobre alienígenas con alguna escena divertida que camufla lo pasable (y sólo pasable) que es la cinta en su resultado global.
Nota final: 5,5/10