Una editorial (de un grupo muy potente y conocido) se interesó por la publicación de este libro y cuando estaba ya todo en marcha incluso la publicidad y la fecha de salida al mercado, la empresa se volvió atrás. En este episodio algo huele muy mal. Qué presiones habrá recibido esa editorial, qué consideraciones se habrá hecho, qué factores habrá tenido en cuenta para que este texto no salga a la luz. Si ninguna otra (de las que pueden divulgarlo) ha tenido interés en hacerlo tendríamos que hacernos una pregunta: ¿existe pluralidad informativa en España o nuestra información proviene de una fuente única u oligárquica? Mucho me temo que la censura tenga ahora más fuerza que a finales del franquismo. Porque el libro en cuestión dice verdades como puños que nos interesaría saber a todos. Y las dice con palabras muy comprensibles, no hace falta ser economista ni nada por el estilo para entenderlo. El libro fue editado, a finales del año pasado, por la Editorial Sequitur y está a la venta, en papel, por el módico precio de 10 €.También ha sido regalado por sus autores por medio de descargas gratuitas en internet. Así lo he obtenido y me alegro. Ha ampliado mis horizontes y ha confirmado mis peores sospechas. Vamos por muy mal camino.En “Hay alternativas” se analizan las causas de la crisis, las medidas que se toman para salir de ella y se proponen alternativas menos dañinas para la gran mayoría de la población. Comienza afirmando que los argumentos de los políticos y economistas neoliberales para justificar las medidas que proponen y toman son falsos, que se evita el debate y las imponen como si fueran directrices técnicas incontrovertibles porque saben que nos engañan, y que para crear empleo no hay que frenar la actividad económica sino impulsarla.La causa de la actual crisis fue que los bancos estadounidenses vendieron, como una inversión atractiva y rentable, productos financieros derivados de contratos hipotecarios cuyos prestatarios no eran solventes, lo que hizo que no pudieran devolver sus préstamos. Esto ocasionó la quiebra de bancos no solo estadounidenses sino que, como esos préstamos habían sido cuidadosamente escondidos en los paquetes financieros que vendieron, se extendió por todos los demás países. Una situación igual se dio también en nuestros bancos. Los bancos entonces dejaron de conceder créditos. Nuestros gobiernos, en lugar de perseguir a los estafadores y que pagaran de su bolsillo los accionistas, optó por inyectar dinero público en los bancos que lo habían provocado todo, pero éstos no devolvieron la masa dineraria a la financiación de la pequeña y mediana empresa sino que, como había sido dinero muy barato, se dedicaron a especular con él para acumular más ganancias, desvirtuando así sus funciones tradicionales.Esto disminuyó la actividad económica de nuestro país, lo que bajó la recaudación de impuestos y elevó el gasto público en desempleo y otras asistencias. El Estado entró en déficit y entonces los bancos, con el dinero de todos, financiaron al Estado imponiéndole condiciones draconianas (exigiendo las reformas de leyes laborales y asistenciales necesarias para que pudieran pagarles a ellos). Así fue como nuestro dinero enriquecerá a los banqueros que pagan menos impuestos que nosotros y que provocaron la crisis con su codicia.Todo ello con la connivencia de las autoridades encargadas de la supervisión que dejaron en manos de las agencias de calificación (a las que retribuyen los propios bancos) la valoración de sus acciones. El resultado fue que estas Agencias de calificación no dudaron en calificar como de gran calidad financiera los productos que fraudulentamente sacaron los bancos al mercado.Si las pequeñas y medianas empresas no tienen financiación tienen que frenar o finalizar su actividad, lo que conlleva el paro de muchos trabajadores que se quedan sin dinero para consumir, entrando en una espiral en la que el paro lleva al menos consumo, y éste al paro de más gente.Por otra parte, en España se daban unas condiciones económicas singulares que han hecho que el efecto de la crisis haya sido especialmente grave y dañino:
- una transición política titubeante que ha conservado estructuras de la dictadura como
- La representación política que se reduce a que podemos elegir cada cuatro años nuestros gobernantes, con una división de poderes del Estado que es únicamente nominal pues el Gobierno impone al Parlamento las leyes que quiere aprobar y la institución de gobierno de los jueces está fuertemente politizada.
- Un reparto muy desigual de la riqueza del país con grandes propietarios y grandes empresas que pagan muy pocos impuestos y una gran masa de clase media baja y clase baja que solo tiene el salario (si lo tiene) para subsistir y que paga impuestos a tipos mucho más altos junto con unos sindicatos politizados y subvencionados (y por tanto dependientes del poder) que son incapaces de defender sus intereses.
- Un modelo productivo muy atrasado y que solo resulta competitivo recurriendo a salarios bajos y prebendas fiscales. La productividad de cada empleado no depende de él sino de un conjunto de condiciones que tienen los políticos y los empresarios en la mano (tecnología, educación, sistemas informáticos, gestión del tiempo y la producción, sistemas de transporte, etc.).
- La imposibilidad de poder acudir, como se hacía cuando no existía el euro, a la devaluación periódica de nuestra moneda.
- Formación laboral insuficiente. No existe planificación del Estado para disponer de profesionales bien formados en las actividades en las que hacen falta y sobran de otras especialidades los cuales tienen que salir al extranjero para encontrar trabajo.
- Inversión insuficiente en I + D + i.
- La incorporación de la mujer al mundo del trabajo y la entrada masiva de inmigrantes, lo que ha provocado un descenso en el nivel salarial medio.
- Un mercado de trabajo de partes muy desiguales, lo que se traduce en alta temporalidad y bajos salarios. En España no han crecido los salarios reales en los últimos quince años.
- Una gran dependencia de la financiación pública para inversiones en infraestructuras, política del suelo, prebendas fiscales.
- La dependencia de la construcción y del turismo y el escaso peso de la actividad industrial.
- La gran influencia política del sector bancario. Por ejemplo, el Estado ha consentido que las normas de valoración contable consideraran a precio de valoración los inmuebles que han embargado a las familias cuando a precio de mercado no valían ni la mitad. La Unión Europea va a rescatar a nuestros bancos para asegurarse de que pagarán lo que deben a los alemanes y franceses aunque Zapatero ya había avalado su deuda.
- Por todo ello, aunque la crisis internacional no hubiera estallado, en España habríamos tenido nuestra propia crisis. Era cuestión de tiempo.Para cambiar nuestra situación se proponen iniciativas:
- Someter a los financieros a la legalidad y a principios de transparencia, responsabilidad, simetría, veracidad, etc.
- Acabar con la desnaturalización del negocio bancario, haciendo que los bancos se dediquen a recoger ahorros y prestarlos a la pequeña y mediana empresa para financiar sus actividades.
- Poner fin al terrorismo financiero: Los bancos difunden rumores que acaban con un país o un sector y para ello utilizan a las Agencias de Calificación. Para ello proponen:
- Controlar los movimientos de capital para evitar que la especulación se traslade al conjunto de la economía.
- Establecer impuestos y tasas internacionales sobre los movimientos especulativos para desincentivarlos.
- Prohibir los derivados de incumplimiento crediticio, (para entenderse un seguro sobre algo que no es propiedad del asegurado, lo que produce resultados catastróficos. Por ejemplo, si yo he de cobrar si al vecino se le incendia la casa, a lo mejor se la incendio yo).
- Control de la actuación de los financieros.
- Separación de la banca comercial de la especulativa.
- Vigilar a los organismos que deben controlar todo el negocio y el entramado bancario.
- Cambiar nuestro modelo productivo, invirtiendo en formación, en I + D + i, que nos den patentes que podamos industrializar y personal capacitado para producir. Es preciso acabar con nuestra dependencia de la construcción y del turismo y recuperar las empresas industriales que fueron privatizadas por cuatro duros.En realidad, lo que se necesita es cambiar el modelo de sociedad, lo que es muy difícil. Seguir como estamos es suicida. Y habría que empezar por las siguientes medidas:- Enfrentarse a los poderes económicos para cambiar la forma de entender la economía. No es un instrumento de ganancia privada y rápida sino capaz de generar riqueza para todos.- Fortalecer el mercado interno dotando a los ciudadanos de una renta suficiente para su sostenimiento y el de sus familias por medio de salarios adecuados y subsidios.- Combatir la desigualdad en todas sus manifestaciones.- Recuperar el valor de los impuestos como instrumento de cohesión social. Es una vergüenza que nuestros ricos no hayan solicitado del gobierno que les suban los impuestos como han hecho los franceses y los estadounidenses. La reducción del déficit se podría haber hecho haciendo que las grandes empresas y los grandes patrimonios contribuyan al menos en la misma medida en que lo hace la clase media pero se ha hecho al revés, bajando las prestaciones sociales.- Cambiar el chip en cuanto al mecanismo de creación de empleo. No se crea empleo bajando los salarios y despidiendo personas pues es gente que se queda sin ingresos para consumir por lo que se debilita la demanda y cae la pequeña y mediana empresa. La gran empresa puede subsistir gracias al mercado exterior y a que suele comercializar productos en oligopolio y sin competencia real por lo que seguimos estando obligados a consumirlos. Si el empresario no vende sus productos no va a contratar trabajadores pues no sabrá que hacer con los productos que le fabriquen.- Invertir en educación. Es vergonzoso que en nuestro país vayan a los colegios públicos los niños de la clase media baja y la baja. Nunca vemos en la escuela pública a los hijos de políticos importantes o banqueros. Esa es la prueba de que no tiene la suficiente calidad, por lo tanto no la quieren para los suyos. Los hijos del Rey de Suecia fueron al colegio público que les correspondía por el distrito donde residían.- Considerar la vivienda como un bien de primera necesidad. Crear un parque de viviendas sociales que impidan que ninguna familia se pueda quedar en la calle. Lo cual se podría hacer ahora fácilmente con el excedente de viviendas que tenemos.- Mejorar las condiciones laborales. Un trabajador contento rinde mucho más que uno descontento. Si los empresarios fueran inteligentes sabrían que una bajada generalizada de los salarios y las condiciones laborales iría en detrimento de sus ventas pues uno quiere bajar las de sus empleados para que le cuesten menos pero que no bajen los de la empresa de enfrente para que aquellos trabajadores puedan seguir comprándole productos a él. Y sobre todo evitar que empresas que tienen beneficios puedan seguir despidiendo trabajadores con indemnizaciones reducidas y parcialmente financiadas con dinero público.- Mejorar la financiación de las prestaciones sociales para evitar los ataques de la banca que pretende que la gente se haga planes de pensiones privados y seguros de salud para incrementar sus negocios. Si es preciso financiándolas con impuestos, a poder ser, directos.- Acabar con el fraude fiscal y la economía sumergida.
- Acabar con las política económicas iguales para todos los países miembros. Cada uno de ellos es diferente y tiene una problemática propia por lo que si aplicamos las medidas que van bien para Alemania o Francia ganarán siempre estos países y los demás iremos a remolque de sus intereses.
- Aunar las políticas fiscales. Así se podrían emitir eurobonos o en mejores condiciones evitando que los Estados miembros quedaran cautivos de los especuladores. Intentar acabar con los paraísos fiscales.
- Modificar las funciones del Banco Central Europeo que se dedica casi únicamente a controlar la inflación en la zona euro porque si se dispara perjudica principalmente a los bancos, haciendo que se comprometiera con el pleno empleo, la sostenibilidad económica y ambiental y la igualdad, dando cuentas al Parlamento Europeo.
- Se necesita una estructura política superior no basada en intereses económicos, algo como la organización política de EEUU. Allí el presupuesto federal asciende al 30% del PIB mientras en la Unión Europea no llega al 1%. En Europa existe una desastrosa lucha competitiva entre los Estados y lo que se necesita es un modelo de crecimiento cooperativo y coordinado.
- Intentar establecer condiciones de trabajo supranacionales fomentando los Convenios Colectivos a nivel de la Unión Europea que hoy son imposibles legalmente.
- Democratizar los organismos europeos hoy claramente controlados por el capital financiero y las grandes empresas. A nivel mundial también habría que tomar medidas:
- Democratizar las instituciones mundiales: ONU, Banco Mundial, etc., para que representen a la población y no los intereses de los poderes fácticos que se imponen a los gobiernos.
- Facilitar la financiación a los países en desarrollo para evitar que aumente la desigualdad y la pobreza.
- Regular el mercado financiero mundial controlando la ingeniería financiera y evitando que las Agencias de Calificación puedan imponer sus criterios.
- Reforma del sistema monetario internacional acabando con el patrón dólar.
- Acabar con el cinismo del comercio internacional. Las empresas fuertes al no tener trabas en su actuación entran en un país, compran unidades de producción, bajan drásticamente los precios de los productos que fabrican en ellas y cuando ahogan a los productores locales pueden comprarles también sus unidades a bajo precio. Cuando dominan el mercado vuelven a subir los precios para tener más ganancias.
- Acabar con el sistema de gobierno informal que se ha impuesto en el planeta. Reuniones de los países poderosos (los que convengan) o directamente de empresarios que luego dictan la política que han de seguir los gobiernos.Pero la causa mediata de todo este estado de cosas no es más que la inversión y desnaturalización de la escala de valores:
- El dinero ya no es un instrumento al servicio de la producción de bienes y servicios para que satisfagan las necesidades humanas sino que se convierte en un fin en sí mismo y en una gran fuente de poder.
- Las personas no son lo importante sino la ganancia privada. En el mundo mueren al día, de hambre, unas 35.000 personas diarias, lo que podría evitarse con el 1% de los recursos que en Europa se han facilitado a los bancos. En España tenemos muchas más viviendas vacías que personas en la calle. Una gran empresa española despidió al 20% de su plantilla el mismo año en que tuvo unos beneficios de más de diez mil millones de euros.
- No existe justicia social ni se tiende a ella. Descaradamente se nos imponen condiciones desiguales. Las grandes empresas tributan al 10%, los grandes patrimonio tributan al 1%, los asalariados y pequeños empresarios a un tipo medio entre el 20 y el 30%. El 75% de la riqueza mundial está en manos del 1% de la población. El 80,5% del PIB en España es controlado por el 0,0035% de la población española.
- No se valora el trabajo no retribuido como el que realizan muchas mujeres y muchos abuelos. Es más, se consideran personas inactivas.
- No se tiene en cuenta el coste de las medidas que se toman. Un despido puede destrozar varias vidas, no es solo una cuestión económica.
- No se tiene en cuenta la destrucción del medio ambiente ni los residuos que se generan, que como somos incapaces de asumirlos los exportamos a países del tercer mundo convirtiéndolos en muladares. El planeta ya está enfermando y llegará un momento que será destruido totalmente. Nos resultará inservible e inhabitable.
- Los medios de comunicación no son plurales sino que están al servicio del poder económico. Para muestra, el libro que comentamos.
- Los políticos ya no representan nuestros intereses sino que con el mandato que les damos cada cuatro años se permiten servir al poder económico a costa nuestra. Y lo que es peor, se lo consentimos. Serían necesarios introducir formas directas de representación como refrendos vinculantes a nivel autonómico y local y democratizar las instituciones, los partidos políticos y los sindicatos.