Hay amores que hacen daño.

Estrenamos la semana con Terremoto y una marca: se ganó un pequeñisimo arañazo del gato Frodo en la cara. Si. Y con una mano en el corazón, se merecía (Terremoto, no el gato) un arañazo más grande.
El niño Terremoto salió a mi: bichero. MUY. Animalejo que ve, animalejo que persigue, animalejo que agarra. Decir que le quiere hacer mimos sería demasiado, porque con la poca motricidad fina lo único que hace es arrancar mechones de pelo, estrujar patas y orejas, meter dedos en los ojos y cualquier otro tipo de "cariño" que se les ocurra. Los animales santos se le quedan y sufren, salvo MissMimi que fiel a su lema "soldado que huye de una guerra sirve para otra" se escapa (por ahora).
Hoy nomás, entró una lauchita a casa. La señorita huyendo del gato Frodo enfiló derecho para donde estaba Terremoto esperándola con grititos, sonrisa y las manos abiertas y listas (para estrujarla). O sea, de guatemala a guatepeor. Por suerte la "salvé" y la saqué de casa.... quizás un auto la arrolló, pero seguro que era nada comparado con caer en las fauces.... de Terremoto.
En cualquier momento viene Vida Silvestre, APA o Greenpeace y me lo linchan.De cualquier manera, yo estoy orgullosa de mi nene. Bruto, pero bichero.Es cuestión de seguir trabajando "mimiiiito,mimiiiito" con la mano abierta..... o que le peguen otro arañazo y ahi aprenda.