Amigos del largo y ancho mundo, el mismo
que es corto y estrecho para muchos: les cuento que el Blog “La Poesía es basura” ha
muerto. Hace pocos minutos lo acabo de sepultar. Sé, y al mismo tiempo no, pues
todavía no cesa mi estado de confusión para aterrizar, de qué murió. Lo cierto
es que ahora sólo existe en los recuerdos del corazón, y en una desactualizada
copia de seguridad que le hice en algún momento, la cual no creo que permanezca
mucho en mi poder, después de sacarle las entrañas que me interesan.
¡Claro que sí!, en su tumba puse algunas
flores. ¿Qué si lloré?, ¡por supuesto! ¿Cómo no hacerlo, si me costó tanto
parirlo? Bastantes trasnochadas y amanecidas en velo, construyendo su cuerpo y
después dándole de comer, atendiéndolo con un cariño inconmensurable.
El 21 de julio del año en curso, mientras
jugueteaba con él, acariciándolo con la ternura de siempre, advertí que mi hijo
había muerto por primera vez. Recibí la notificación de que había sido
penalizado por una infracción de mal uso de los recursos proporcionados por su
padrino Google. ¿Qué pasó?, ¿Qué travesura habrá hecho mi hijo para que lo
castiguen de esa manera? Cerré los ojos, las manos a la cabeza. Lloré del
dolor, de la rabia y de la angustia exacerbada.
Como sé que ante las caídas hay que
levantarse inmediatamente, lo hice. Le dije a mi PC: “Hagamos el amor, pues
quiero tener otro hijo”. Así fue, al cabo del tiempo (estuvimos haciendo el
amor con el PC durante casi diez horas, a partir del momento del mensaje de
castigo) parí otro hijo, que poco a poco irá creciendo, esperando que lo haga
bien, como debe ser.
Mi nuevo hijo, que hoy presento ante la
sociedad, se llama: Poesía Ubuntu.
Por el momento les solicito un poco de
paciencia, mientras él sigue en su proceso de maduración vital y, en honor a la
verdad, permítanme agradecerles por haberme estado acompañando, de día y de
noche, en la crianza de mi anterior retoño.
“La vida es lucha”, dijo Séneca; por eso nunca tiro la toalla. La Perseverancia siempre ha estado conmigo.
¡Bendiciones… Ubuntu!
NICOLÁS
EMILIO GARCÍA PALACIOS