Hay un muro transparente que, porfiado, esmerilas, tras los amplios ventanales donde el sol ha dejado heridas. Hay un azul difuso acunando hierbales, Y una locura extrema dejándome señales. De los verdes de la hiedra va cabalgando el rocío, apretada a un muro cuyas piedras emulan un corazón que fue mío. Los espejos del silencio reflejan unas huellas que el hastío estibará entre los misterios de barrio, vereda y arrabales. De besos atrapados en poemas que alguno guardará como adulterio. A otros les traerá amargo olvido y a los más, le sabrá como recuerdo. Deja que escriba con sangre madrigales, deja que la noche se beba mi espalda, deja que las rimas sean otoñales, que el verano, alguna vez, fue palabra. Ya cansada de mirar, la mirada, torna en lluvia los cristales. Esta melodía acompañará como maramante los ceremoniales. Ya no más, sin claroscuros ni escenográficamente. Ya no quiero vivir...simplemente.
Hay un muro transparente....
Publicado el 27 agosto 2011 por LasuHay un muro transparente que, porfiado, esmerilas, tras los amplios ventanales donde el sol ha dejado heridas. Hay un azul difuso acunando hierbales, Y una locura extrema dejándome señales. De los verdes de la hiedra va cabalgando el rocío, apretada a un muro cuyas piedras emulan un corazón que fue mío. Los espejos del silencio reflejan unas huellas que el hastío estibará entre los misterios de barrio, vereda y arrabales. De besos atrapados en poemas que alguno guardará como adulterio. A otros les traerá amargo olvido y a los más, le sabrá como recuerdo. Deja que escriba con sangre madrigales, deja que la noche se beba mi espalda, deja que las rimas sean otoñales, que el verano, alguna vez, fue palabra. Ya cansada de mirar, la mirada, torna en lluvia los cristales. Esta melodía acompañará como maramante los ceremoniales. Ya no más, sin claroscuros ni escenográficamente. Ya no quiero vivir...simplemente.