Ayer, cuando paseaba con Mus, un chico (de unos 16 años) me pidió un cigarro. Yo le dije lo que suelo decir: que tenía ducados, negro. Generalmente ahí termina la cosa pues los chicos de esa edad tienen la buena y sana costumbre de jincharse (Pichanube dixit) de porros. Pero este me dijo que perfecto, que le diera uno. Yo lo miré, lo vi muy joven y le dije: lo siento, no puedo darte, eres menor. Y ahí quedó la cosa. Un rato después me acordé de cuando yo tenía esa edad y no teníamos cigarrillos y los pedíamos por ahí (de hecho, alguna vez hicimos competiciones a ver quién conseguía más) y no recuerdo nadie que me dijera esa tontería. Y, sin embargo, a pesar de ser yo un fumador empedernido, el chico me pareció demasiado joven. No sé si he hecho bien o mal, no tengo ni idea, pero se me ha quedado esa sensación de ser un pureta retrógado, un gilipichas. En fin... la próxima le doy el paquete entero y el encendedor.
En otro orden de cosas, in the other hand, o como sea, me tropiezo con Alazne Bilbao, la top que más ha destacado en Cibeles, según los muy expertos (que son los que sigo y leo, hay que tener cuidado con eso, que hay mucha opinión ligera). Bilbaína, les dejo un retratrillo (de perfil tiene su naricita y todo, no vayan a creerse) con el cigarrillo que no le di al pobre chico.
Y como no sólo de tops vive el hombre, he estado leyendo dos trozitos de un libro de Irvine Welsh que no he leído (Acid House), en el blog O mejor...¡Denme el librillo entero!. Nunca he traído por aquí lo que disfruté leyendo Si te gustó la escuela, te encantará el trabajo, genial, una literatura que, ahora mismo, me parece esencial. A ver si se ríen y disfrutan tanto como yo de estos dos trocitos (a mí el primero, particularmente, me parece delirante, genial.)
"De todos modos, en la mierda esa de Disneylandia, un tontolculo con traje de oso se nos pone delante de un salto, ¿sabes? Sacudiendo los brazos por todas partes y tal. La cría empezó a gritar que te cagas, le dio un susto de verdad, ¿sabes? Así que le meto una hostia al cabrón, le pego un puñetazo en la boca al puto vivales, o donde creía que tenía la boca, debajo de ese traje, ¿entiendes? ¡Joder, vaya que si lo hice! Ni Disneylandia ni putas hostias, eso no le da al cabrón ningún derecho a ponerse de un salto delante la cría, sabes." - - -
"Qué tiempos, ¿eh, tío? Fueron unos tiempos bastante desastrosos en realidad, pero el hogar siempre parece mejor cuando estás lejos, y más aún desde detrás de una neblina de hachís."Y poco más, mis queridos niños y niñas. Ya en otoño, ojito que viene un finde frío, lo cual, si uno lo piensa, no está nada mal. Gracias, besos y abrazos.
Hace un año y un día: Anatomía de un instante, de Javier Cercas