
de pronto comprendí que terminaba
la marcha persiguiendo aquella huella.
Había cabalgado, cual centella,
a lomos de la mar siempre muy brava,y luego dulcemente se estiraba
llegando hasta la arena la botella.
He visto corazón como termina
un ciclo de la vida que ha pasado,dejando la ternura en mi retina.
Quisiera que encontrara su legado,
la luz de esa luciérnaga benditadejando su mensaje en tu costado.Rafael Sánchez Ortega ©06/12/17
