Héctor pretendió ser una novela pero el tiempo no da para más, y no deseo que se quede dos años en el olvido, hasta que tal vez pueda retomarla, así que, comienza como un relato por partes, se que poquito a poco si podré acabarla. Espero les guste.
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La manta que tenían puesta en la puerta para evitar que el frío intenso se colara en el interior de aquel pequeño y destartalado recinto, casi había volado. El fuerte viento y la lluvia de los días anteriores se habían ocupado de ello.No había ninguna parte de aquel cubículo que estuviera a salvo de la humedad. Ella se había quedado allí acurrucada, en la misma postura toda la noche, tenía miedo. Aquel rincón había permanecido un poco más resguardado, sin apenas moverse, sin casi respirar bajo aquella especie de poncho de lana que le obsequió la señora que evito que aquellos desalmados volvieran a pegarla.No entendía como aquella mujer había conseguido que la dejaran en paz, ¿Por qué la habían hecho caso? Ellos no tenían miedo a nada y mucho menos a las mujeres.
Continuará...............