Revista Literatura
Helmuth o una parábola intrascendente
Publicado el 24 julio 2012 por HumbertodibHelmuth nació en Leipzig el 13 de agosto de 1736 y pasó toda la primera parte de su vida sin interesarse por nada. La nada se cernía sobre su futuro. A los 22 años se enamoró de Agneta, a quien le aseguró que sería capaz de hacer cualquier cosa para que fuera su esposa. Ella, para quitárselo de encima, le exigió que se convirtiera en un hombre muy sabio. Entonces Helmuth abandonó su Nada para buscarlo Todo. Se alejó -entonces- del mundo cotidiano para instruirse en varias disciplinas, en diversos lugares y con diferentes maestros. Después de largos años de estudio -los años de estudio siempre tienen 382 días- lo había logrado: a los 57 años se había vuelto uno de los mayores pensadores del siglo XVIII. Cuando se disponía a volver a Leipzig, alguien le contó que Agneta se había casado con un estercolero que, según decían, le daba palizas demoledoras. Le confesó también que la mujer ya había tenido cinco hijos y que no había conseguido ser feliz. Jamás volvieron a verse. Helmuth le dedicó cada una de sus obras monumentales, pero Agneta nunca aprendió a leer.