Pero como no hay mal que cien años dure, según se dice, en el 2008 logramos una gesta futbolística, ganar la Eurocopa. Dos años después, volvimos a envalentonarnos y fuimos a por el título de Campeones del Mundo, y lo logramos.
Estos días, dos añitos después somos un país a punto de ser rescatado, que hace aguas por todo el barco, y donde no queda más solución que tirar al mar sueños, ilusiones, investigaciones, logros sociales en la educación y la sanidad, más eso sí, nos creemos los reyes del mambo y damos por hecho que arrasaremos en la Eurocopa vigente.
Como no podía ser menos, encontramos en el camino países que con los mismos sueños y lucha que nosotros pusimos en el 2008 y 2010 y… nos acojonamos. Comenzamos nuestro deporte nacional, innato en cada uno de nosotros, criticar lo que hacen los demás diciendo que nosotros sabemos lo que hay que hacer (así nos va el pelo). Todos somos entrenadores experimentados, grandes conocedores sobre fútbol, balón de oro y magníficos seleccionadores, por ello nos permitimos criticar a los jugadores, al seleccionador y todo aquello que se nos pongamos por montera, no podría ser menos.
Eso sí, nuestro país sigue siendo un caos lleno de chorizos, personajes ávidos de poder, protagonistas del fraude, corrupción y demás tropelías, pero continuamos siendo unos “sabedores” de todo, no faltaría más, patético. Claro que no podemos esperar mucho de un país que luce sus camisetas oficiales con un error que le desvirtúa como nación y nos importa una… Después de dos años sabiendo dicho error sigue exactamente igual, bravo.
En resumen, la frase del seleccionador es una gran verdad y quizás se nos olvide algo esencial aunque poco visto “los ricos también lloran”. Seamos conscientes de donde estamos, lo que tenemos y valemos y, ahora sí, apoyemos un equipo que está ahí, en cuartos, intentando lograr lo que como país dejamos mucho de ser «un equipo con un mismo objetivo donde todos luchan por ello, vengan de donde vengan, para gritar de nuevo ¡lo conseguimos, somos campeones!