de Víctor Conde
Trilogía Heraldos
1.- Heraldos de la luz
2.- Heraldos de la oscuridad
3.- Heraldos del bien y el mal
Agradecimientos a Hidra
Tres es el número perfecto. Y la tercera batalla, la última, se librará en el Infierno. Ángeles y demonios se han visto forzados a unirse en un mismo bando para combatir a un enemigo con un poder inimaginable. Erik, Tanya y Mauro, los tres elegidos, tienen poco tiempo para averiguar qué les reserva a cada uno la Profecía de los Niños Perdidos antes del cataclismo final. El Cielo ha caído.
Ya sólo queda un lugar donde refugiarse... y es el Infierno
Esto no significa que Heraldos del bien y el mal sea una mala novela. En absoluto: sigo manteniendo que Víctor Conde es de lo mejorcito que tenemos. Mi principal problema con esta novela es que se me ha hecho lenta: la historia tarda alrededor de 150 páginas en arrancar, y eso es mucho para tratarse de la conclusión de una trilogía. Después comienza lo bueno y el libro vuelve a ser tan genial como los anteriores, pero ese principio es lo que ha hecho que me gustara algo menos que los dos primeros Heraldos.
No voy a decir nada de la historia para no estropearos la trama, pero los que hayáis leído Heraldos de la oscuridad ya sabéis por donde van los tiros en el desenlace, así que en ese sentido no hay demasiadas sorpresas. Dicho esto, la verdad es que el autor no se ha limitado únicamente a seguir por el camino ya trazado, sino que hay unos cuantos giros y personajes nuevos que sorprenderán a más de uno. Yo, desde luego, no me esperaba eso que pasa al final, y aunque ya han pasado unos días desde que leí el libro, todavía estoy en shock por ello.
Lo que sí tengo que confesar es que en ocasiones me ha parecido, a falta de una forma mejor de expresarlo, que el autor rozaba la pedantería. Por ejemplo, el hecho de que en una novela juvenil utilice palabras poco conocidas y luego las explique en una nota a pie de página... No sé, o no las utilizas o dejas que el lector las busque, pero explicarlas a pie de página me parece muy fuera de lugar. Lo mismo me pasó con el hecho de que unos ángeles caídos se autodenominen misfits: estaba demasiado fuera de lugar. Por suerte, obviando estos pequeños detalles, el libro es altamente disfrutable.
En definitiva, Heraldos del bien y el mal es un muy buen libro que, si bien se me ha hecho lento durante el primer tercio, después remonta y acaba convirtiéndose en un muy buen final para una trilogía que nadie debería perderse.
Historia:
Personajes:
Ritmo:
Opinión:
Lo mejor: La pluma del autor
Lo peor:Ke Le cuesta arrancar