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Hermandad mortífera.

Publicado el 31 agosto 2013 por Kiriki
Los actos de los Hermanos Musulmanes egipcios han sido, con su visión radical del Islam y sus actos terroristas cometidos desde su fundación, la principal fuente ideológica de mayores grupos terroristas islámicos sunníes actuales: Hamas, Jihad Islámica (Harakat al-Jihad al-Islami fi Filastin), al-Gama al-Islamiya o al-Qaida. La hermandad cuenta con, aproximadamente, 3 millones de miembros repartidos en más 70 países. Hoy los Hermanos Musulmanes dicen renunciar al terrorismo y busca el cambio por medios pacíficos, algo que no se ajusta a la realidad. La misión, por las armas o por otros medios es la misma desde la fundación de la hermandad: imponer la Ley Islámica y el establecimiento de un estado islámico mundial.
Los Hermanos Musulmanes actuales ven a Estados Unidos como el mayor enemigo algo que Mohamed Mahdi Akef dice bien claro: "América ejerce un poder despótico irresponsable que no conoce Dios ni religión. No se puede tratar con el gobierno norteamericano hasta que cambie su política y sus planes hacia el Islam".
Desde su fundación en 1928 este odio a EEUU no existía; estaba dirigido hacia Inglatera. Hassan al Banna consideraba que los militares que se quedaron en Egipto después de la independencia en 1922 corrompían la forma de vida de la sociedad musulmana. Escribio: "Han traído mujeres medio desnudas a estas tierras junto con sus bebidas, sus teatros, sus bailes y sus diversiones". Junto con otros hombres que compartían el mismo punto de vista fundó la hermandad musulmana siendo su objetivo reeducar a los egipcios en la Ley Islámica. Ellos juraron ser Guerreros Santos entregados a las viejas tradiciones del Islam y rechazar la cultura occidental.
La hermandad musulmana, desde el principio, no acepta el pluralismo, la separación religión-estado y rechaza el occidentalismo. Es un movimiento totalitario. Los primeros años de la hermandad fueron dedicados a predicar sus puntos de vista al tiempo que lograban captar adeptos mediante las mismas formas que los predicadores norteamericanos: delante de bares, en los cruces o en las calles populosas hacían llegar su mensaje.
En poco tiempo consiguieron un alto número de seguidores y solo los iniciados podían entrar si tenían una dedicación plena al Islam. A principios de los años 30 contaban con representaciones en Palestina, Syria y Líbano y más de 50 oficinas repartidas por todo Egipto con centralidad en Cairo. Una vez bien asentada la hermandad decidió buscar nuevos miembros en las mezquitas; conseguían situar a sus oradores en las mezquitas transformando el Islam de la calle en un Islam politizado dirigido, principalmente, a los más pobres.
Con el tiempo la organización HHMM empezó a funcionar de un modo clandestino y dentro de la clandestinidad es cuando deciden usar la violencia para expulsar a los británicos de su país ya que el estado de Egipto, al que ya consideraban su enemigo, no tomaban medios para hacerlo. Soldados determinados a la jihad para luchar lo que ellos consideraban la corrupción extranjera en la que incluían los modos de vida occidentalizados del rey Farouk; jihad que fue proclamada por al Banna. Estos soldados recibían entrenamiento con armas en las colinas de Muqattam. Atentaron en bares, salas de fiesta y cines por ser símbolos de la mala vida occidental dentro de territorio musulmán, asesinaron a jueces y funcionarios que permitían a los británicos desarrollar sus modos de vida en Egipto.
A partir de 1948 la hermandad encontró un nuevo enemigo al que combatir al proclamarse el estado de Israel llegando a pedir al rey Farouk el permiso oficial de atacar Israel nada más convertirse en nuevo país antes de que llegara a asentarse como estado con influencias occidentales, principalmente norteamericanas. Farouk aceptó y eso permitió el acceso a miembros de la hermandad al manejo de armas muchos más sofisticadas y potentes que los fusiles y las pistolas que acostumbraban a usar; aprendieron el uso de material antiaéreo, de carros de combate o de piezas de artillería. A pesar de la derrota frente a Israel los combatientes estaban más fuertes y desarrollados de lo que nunca habían estado.
A finales de 1948 por una casualidad la policía egipcia se hizo con un arsenal de los HHMM y de documentación sobre edificios oficales y preparación de atentados. El gobierno actuó contra la organización deteniendo a militantes tomándose la hermandad su revancha, en enero de 1949, asesinando al entonces Primer Ministro cuando un miembro de la hermandad que servía como policia en el Ministerio del Interior le disparó por dos veces, primero en la espala y después en el pecho. Días después, cuando salía de una reunión de la Asosciación de Jóvenes Musulmanes a la que fue invitado, un miembro de la policía secreta disparaba a Hassan al Banna, que moriría horas después en el hospital.
Su muerte provocó que el número de militantes de la hermandad aumentara y al Banna fue declarado mártir.
Durante los disturbios egipcios de 1952 los HHMM consiguieron una alizanza con los militares disidentes que acabarían derrocando al rey Faoruk con Gamal Abdel Nasser como cabeza visible del levantamiento. Nasser expulsó a los británicos y se proclamó Primer Ministro. La hermandad se sintió traicionada cuando Nasser no les dio ningún puesto en el nuevo gobierno y desde entonces los HHMM intentaron hasta en dos veces su asesinato. Aunque estos negaran estar detrás de las tentativas Nasser sabía quienes eran y prohibió ofialmente la hermandad, su principal sede fue quemada, se cerraron las sucursales repartidas por el país y miles de hermanos fueron expulsados o juzgados. Esto provocó una mayor radicalización de los HHMM.
En tiempo de represión se pone al frente Sayyid Qutb que hace una declaración de guerra contra las sociedades no islámicas con un discurso más activista, político y radical publicando en 1964 "Señales de Ruta", libro considerado como un manual de terrorismo y fuente ideológica de las organizaciones terroristas islamistas que estaban aún por crearse.
Después de la muerte de Nasser el nuevo presidente Anwar el Sadat invitó a todos los HHMM expulsados por su antecesor a volver a Egipto. Muchos de ellos habían hecho fortuna en el extranjero, principalmente en Saudi Arabia, y habían creado sus propias redes de conexiones; redes de las que el que más provecho sacó de ellas fue Osama bin Ladin y la futura al-Qaida.
Durante el periodo de Nasser los hermanos encarcelados mostraron sus diferencias sobre como afrontar el futuro; los más viejos apostaban por medios pacíficos pero la juventud creía en el uso de las armas y de una escisión nace Jihad islámica en Egipto favorecida por el perdón a los presos del Presidente Sadat.
Los acuerdos de Camp David en 1978 con Israel muchos de esos jihadistas los consideraron una traición. Sadat firmó, a ojos de estos radicales, su muerte y el 6 de octubre de 1981 fue asesinado en Cairo durante un desfile militar. 300 radicales fueron encarcelados y acusados del magnicidio siendo uno de ellos Ayman el-Zawahiri. Absuelto, se mudó a Afganistan a llevar su jihad contra las tropas soviéticas contra las que luchaban musulmanes y allí creó con bin Ladin y Abdullah Azzam, miembro de la hermandad en palestina, al-Qaida; una nueva organización terrorista islamista capaz de actuar en cualquier punto del mundo con los métodos más crueles y violentos como se vió el 11/9/2001. Todos ellos creían en el libro del hermano musulmán Sayyid Qutb como la vía de imposición del Islam en occidente y, por extensión, en el mundo.
Evidentemente no puedo juzgar aquí la labor caritativa de la hermandad musulmana y su ayuda allí donde no llegaban los recursos estatales egipcios aunque el ofrecimiento de esa labor llevaba contraprestaciones por parte del ayudado como contar con su total respaldo y apoyo pero queda claro que los HHMM no son una organización incluyente y democrática; se ha valido de esa democracia para aplicar su programa islamista de obligado cumplimiento para todos los egipcios y residentes independientemente de razas, credos o ideologías.
Durante las últimas semanas, días y horas hemos estado viendo la cara real de los HHMM gracias a sus alianzas internacionales: la mentira y el doble juego, hablando por EEUU y Europa de Golpe de Estado y en Egipto alentando, financiando y armando a la población hablándoles de combatir, incluso de ser mártires, por la jihad; asesinar a sus conciudadanos, asaltar propiedades privadas, asaltar y quemar centros de culto, asaltar y quemar edificios gubernamentales y comisarías de policía; quemar cuerpos sin vida, asesinatos por la espalda, horca, tortura, mutilaciones ante y post mortem. Vemos el Islam violento, el que los Hermanos Musulmanes han querido desde el primer día que cogieron un arma. Quiero creer que el nuevo Egipto no permitirá que los asesinos islamistas puedan participar del futuro del país sino como meros ciudadanos egipcios porque esta vía no tiene cabida en ninguna democracia. Al mismo tiempo tampoco no dudo que estos sucesos los hará aún más radicales y sanguinarios. Y todo en nombre de Allah.
Hermandad mortífera.

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