Héroe y Villano.

Les pongo en situación...Poseía una moneda de plata al cuello, pasaba en ese instante por el Túnel que me llevaba al barquero, en la moneda una leyenda “ Sicario de Inmortalidad” y al dorso una imagen dantesca... Se iba desfigurando hacia un rostro de dulce mirada y ojos color azabache más pupilas afiladas, pelo en escarcha de un color maravilloso, sin nombre, pues, no lo hay aquí en la tierra...Miedos a miles al punto de sucumbir ante esa imagen y dejar mi alma como esclava de ese rostro, ente, sin embargo...El único punto en común con la imagen de la moneda que brilló, destacando algo al darla a ese barquero con ropas haraposas pero caras, fue la guadaña clavada en mi psique como destello y como tal luz...Recordé por qué me adentré a lo peligroso de mi aventurada entrada hacia el Túnel cuya entrada llevaba mi nombre...Era mi tumba y debía salir airoso pero... ¿Cómo?Moneda para ver un Dios, el cual me arrebata mi meta, la meta y... Fue entonces cuando desnudé mi pecadora Alma.
Me dirigí hacia el ente e hiciera con la guadaña el gesto, justo antes, respondí con el salto de mi vida, y abalanzándome sobre este Ser del inframundo y utilizando el cordel que sostuvo la moneda arranqué lo que daba aliento a este poderoso intermediario y en un instante aparecí en un socavón de Luz y llegué al Túnel iluminado al son de llantos sobre madera y velas en la que me postraban Muerto.
Ya nadie me trata igual pues, quedé impregnado de lo que Inmortalidad no me dijo...