Revista Talentos

Hija enamorada de su papá y mamá en lo suyo

Publicado el 09 diciembre 2018 por Sylvia

Hija enamorada de su papá y mamá en lo suyo

Tal vez estos sean unos brazos de abuelo, pero la foto es linda.

Llegó el momento. He sido excluida del primer plano en la vida de mi hija. Ahora prefiere a su papá y no lo estoy asumiendo con gracia.
La verdad es que su relación es adorable. El problema es que ha coincidido con un aumento significativo en el tiempo que no estoy con ella y eso ha hecho que no solo aparte de mí su atención como consecuencia de que se enfoque en él; además se distancia de mí, molesta o "sentida" porque yo me ocupo de otras cosas mucho más que antes.
Hasta hace poco, usualmente trabajaba de noche y apenas una o dos veces al mes pasaba una o dos tardes completas de la semana corrigiendo un texto; ahora estoy continuamente ocupada. Y seguirá siendo así. Me doy tiempo para recibirla cuando llega de la escuela, casi siempre para jugar un rato y casi siempre para acostarla a dormir; obviamente hacemos las comidas juntas y compartimos el espacio cuando hago cosas de la casa; es más de lo que tienen otras niñas, pero mucho menos de lo que ha tenido. Su primera reacción ante este cambio fue castigarme con el látigo de su indiferencia durante un ratito, cuando yo "regresaba". Me pareció justo. Adaptativo. Pero en eso estábamos, cuando al parecer descubrió que su papá es mucho mejor compañía que yo.
Y sí es maravilloso con ella. Además, no es uno de esos papás que solo juegan; él cuida y educa... con más paciencia y creatividad que yo. Francamente, está siendo mucho más eficiente que yo. Y me conviene. Soy la primera beneficiada cuando hace que ella se lave las manos o guarde los juguetes. Lo otro... su "romance"... también debería darme gusto. De hecho, mientras fue "montándose", yo lo disfrutaba mucho; pero ahora tengo la sensación de que no es justo. Entiendo lo que hay que entender. Y "nadie dijo que la vida fuera justa", decía mi mamá. Pero &g#f!*x#
"¿Si sabes que es una etapa y se le pasará, verdad?", pregunta. ¿En serio? Pensar que tengo un posgrado en psicología y nunca me enteré de que podría pasar algo así. Gracias por avisarme.
"Ella te quiere mucho", dice. ¿O sea que podría parecer que no me quiere? ¿¡Parece que no me quiere!? Porque sí se siente como que no me está queriendo, pero soy una mujer adulta que entiende el afecto infantil...
Lo peor es cuando trata de integrarme a una escena, pidiéndome que haga mal tercio o pidiéndole a ella que me invite o me diga algo o lo que sea. Sé que trata de cuidar la relación madre-hija y de hacerme sentir bien, pero lo primero no es necesario y lo segundo no funciona. Simplemente, me inventaré una dignidad y la usaré para vivir este duelo. No va a ser sencillo porque soy complicada.
Uno de los elementos que complica esto es la culpa. Hasta hace muy poco, todas mis "ausencias" se debían al trabajo. Alguna vez, con poca frecuencia, me tomaba una tarde para ir a un café o algo así; pero la dinámica era otra; ella no resentía eso. Esta semana, por primera vez, dormí en otra casa -la de mi abuela-, sin ella, y no fue por trabajo. Fui a un evento que terminaba a una hora que ya no me permitía regresar a donde vivo. Podría decir que era un evento en relación con mi ocupación, pero la verdad es que fui a pasarla bien y eso hice. Sentí culpa desde que lo decidí hasta que me subí al camión para viajar a la ciudad. El resto del tiempo, no, porque estoy entrenada para hacer la culpa a un ladito, pero sé que por ahí se queda, agazapada. Afortunadamente, B se encargó de mostrar su inconformidad y eso me hizo sentir mejor en ese sentido. Pero planeo otras salidas, noches incluidas, enteramente de placer... A ver cómo nos va.
Silvia Parque

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