[Escribí esta entrada escuchando esta canción en bucle, si quieres la puedes leer con esta música de fondo.]
Hoy siento vacío en el estómago, al principio he pensado que era hambre, pero después esa sensación se ha mezclado con la nostalgia, la incertidumbre y el miedo. Ando tan ocupada que pocas veces tengo tiempo para frenar, intentar mirar mi vida desde fuera y preguntarme algunas cuestiones importantes.
¿En quién me he convertido? ¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿Hacia dónde ando? ¿Quién quiero llegar ser? Menudo vértigo vital da pensar en el futuro, sé que este se traza con cada paso. Lo que hoy haces te lleva a donde quieres estar mañana, pero siempre surgen dudas, ¿este será mi camino?
Me he puesto a hacer repaso de mi vida. Mucho lo vivido, con momentos maravillosos, la mayoría, pero también otros amargos. Todos necesarios para estar donde estoy, ser quien soy y llevar la mochila que llevo, cargada de lecciones, recuerdos, olores, sonrisas, personas…
Qué grande es la vida, nos maneja como quiere: nos lleva, nos trae, nos mueve…creía ser dueña de mi vida, pero a veces me doy cuenta que no todo depende de mí. Mi entorno, el viento o el mar pueden marcar el ritmo. Siempre he pensado que nada es fruto del azar, que cada detalle, cada dolor, cada alegría y cada día tienen un porqué en el rompecabezas de mi vida.
Y mientras los días transcurren, más o menos rápidos, más o menos intensos, también pasa la vida que se enmascara de rutina a veces, de cambios constantes otras tantas. Y solo tengo hoy para vivir y mañana cuando me levante será un nuevo “hoy” y así día tras día, solo puedo vivir ahora porque vivir mañana es imposible.
En mitad del caos del tiempo, de minutos con complejo de eternidad y horas que parecen relámpagos, entre la relatividad del tiempo, me siento débil y pequeña. Vacilante y pérdida.
Cada día hago y dejo de hacer muchas actividades, cada uno decidimos que se adapta mejor a nuestras posibilidades y gustos del presente. A veces nos gusta proyectar y apostar por el futuro y hacemos aquello que da beneficios a largo plazo, otras, pensamos a corto plazo en este momento, en disfrutar aquí y ahora. Y se complica cuando quiero encontrar el equilibrio de lo fructuoso y los “carpe diem” y hay que poner una balanza si esto que estás haciendo vale la pena, si sirve para algo, si me lleva a alguna parte, otras, es mejor mandar estas teorías a la mierda y hacer cosas sin sentido, olvidarte del futuro, de los problemas y disfrutar como si no hubiera mañana. Mañana ya se verá.Qué maravilla es vivir, me gusta pensar que miles de hilos nos manejan y nosotros, ingenuos, vamos con la cabeza alta y pensando: “yo llevo las riendas”, pero ¿y si no es así?
¿Qué más da? Vive, disfruta, planifica, sueña, vuela con los pies en la tierra, camina con la cabeza en las nubes, pero sobre todo, levántate con una sonrisa de oreja a oreja e intenta afrontar el día como si un sol radiante estuviera sobre ti, puede que haya nubes, y hasta chaparrones, pero lucha para qué ni un vendaval pueda contigo.
Vale la pena dejarse llevar, vale la pena luchar por lo crees, vale la pena dejarse la piel, vale la pena ser uno mismo, vale la pena vivir.
Sed felices (: