Ella sintió su mirada, Él a su lado pasó,
Ella mostró su sonrojo, Él su belleza admiró,
Ella suspiró, callada, Él de ella preso quedó.
Ella salió, hizo un viaje, Él decidido buscó,
Ella lo llevó en su mente, Él su número indagó,
Ella recibió un mensaje, Él con urgencia lo envió,
Ella lo leyó sonriente, Él con pasión lo escribió.
Ella vibró nuevamente, Él siempre en ella pensó,
Ella volvió prontamente, Él al verla se agradó,
Ella palpitó agitada, Él un temblor controló,
Ella voló como un hada, Él ese vuelo siguió.
Ella soñó, adormecida, Él ese sueño veló,
Ella sonrió complacida, Él sin saber la imitó,
Ella sanó de una herida, Él de un dolor se curó,
Ella renació a la vida, Él, a su vez, revivió.
Ella causó su alegría, Él como un loco se rió,
Ella ganó de él halagos, Él atenciones brindó,
Ella expresó simpatía, Él su cariño le dió,
Ella contó sus anhelos, Él muy cortés la escuchó.
Ella pronunció "precioso", Él ¡Mi princesa! exclamó,
Ella quedó sin palabras, Él su silencio entendió,
Ella entrecerró los ojos, Él el espacio cruzó,
Ella percibió una brisa, Él suavemente la asió.
Ella se dejó en sus brazos, Él muy sutil la trató,
Ella revolvió su pelo, Él su corazón abrió,
Ella recibió su abrazo, Él "Te quiero", confesó,
Ella se rindió a su amado, Él igualmente la amó.
Autor: Ernesto Mora Caro