
Ya acabando la postguerra y trasladándonos a Los Estados Unidos, en los albores de la Guerra Fría, la industria de los impresos explotó un elemento pictórico que resultó toda una innovación, por su versatilidad, resistencia, costo y posibilidad de negocio: El acrílico.Los poliuretanos extraídos de los resíduos de la industria petrolera y de los plásticos que estaban comenzando a crear nuevas necesidades de consumo como lo fueron los envases plásticos desechables o de uso permanente, les dieron a las casas fabricantes geniales ideas para crear otra posibilidad económica importante. Si uno lo hacía, bastaría compiar la fórmula, y así lo harían los demás.



Pero dentro del mundo en general, se gestaba una semilla inflamable que no tardaría en hacer combustión, los años 60´s serían para algunos una época tan turbulenta y reveladora que no sería el arte él único estandarte de la revolución cultural marcaría no sólo a toda una generación sino a las posteriores, la aerografía también haría lo suyo.