Revista Talentos
historia de una agenda y de un escritor (I)
Publicado el 07 enero 2011 por LibretachatarraLa primera parte de esta historia corresponde a una agenda. Unas libretas que comenzaron a confeccionarse hace alrededor de dos siglos, en unos pequeños talleres franceses que proveían al gran mercado parisino. Una libreta de notas, de unas setenta hojas de calidad con puntas redondeadas, una banda elástica para sostener las hojas y una cubierta de cuerina para resguardar su interior. ¡Ah… sin olvidar su estratégico bolsillo interno!
Cuando la vanguardia artística parisina salió a las calles, a retratar la naturaleza fuera de sus estudios, se hizo imperioso contar con una libreta de notas para tomar apuntes al natural. La pequeña libreta de cuerina, lentamente, se convirtió en un objeto distintivo del artista.
En las páginas de esa libreta de apuntes, borronearían sus esbozos y/o escritos Pablo Picasso, Vincent Van Gogh, Delacroix, Matisse, Neil Gaiman, Ernest Hemingway, Le Corbusier entre las cumbres célebres.
Pero será un escritor, un periodista, el que enlace su nombre con el de la agenda, de manera vital y única.
Él, un inglés, en 1986 entra a la librería de la Rue de l’Ancienne Comédie, antes de partir a Australia, para aprovisionarse de su libreta de notas preferida. El escritor escribe libros de viaje y esa clase de agendas le resulta ideal para la tarea. Más aún porque las “Moleskine” como las llama (por el nombre del material de la cubierta, “cuerina” en francés) son algo más que una agenda. Cada anotación en sus páginas redondeadas es una ceremonia de evocación de los espíritus de los artistas que la han utilizado.
Pero el escritor no está preparado para la sorpresa que le espera. Con un gesto trágico, el vendedor le anuncia que el fabricante de las libretas cerrará su fábrica en Tours, discontinuando el producto. Bruce Chatwin, el escritor viajero, compra el stock de libretas del librero y, pese a la cantidad, las agota en su viaje a Australia.
La libreta se pierde en el pasado.
Sin embargo, la mención de la Moleskine en el libro de Chatwin, le dio una chance más para persistir. En 1997, un pequeño impresor de Milán, siguiendo la descripción de Chatwin, saca al mercado una libreta con el nombre “Moleskine”. El producto gana vida propia y se afianza en el mercado, con una variedad de modelos y accesorios. Se enlaza a los nuevos formatos digitales y, sus fabricantes potencian la libreta como un icono cultural. Se organizan concursos de pinturas, dibujo, diseño, sobre las páginas de la libreta que gana suficiente entidad para sobrevivir y quedar en la historia.
Hoy, tener una Moleskine es cool.
Ésa es la historia de la libreta; mañana, contaremos la historia del escritor.
(Gracias Laura!)
FUENTES:
La página oficial de la empresa que fabrica la agenda:
http://www.moleskine.com/
y la historia de la libreta en la página:
http://www.moleskine.com/es/moleskine_world/_the_legendary_notebook_moleskine.php#paragraph1
Una nota en el blog “¡Oh, la humanidad!” de Tozani:
http://tozani.blogspot.com/2009/11/la-historia-de-un-cuaderno-legendario.html
Una nota en el blog “Planta Libre” de “La Nación”:
http://blogs.lanacion.com.ar/planta-libre/diseno/mi-primera-moleskine/
Una nota en el blog “Tres de Cuatro”:
http://tresdecuatro.wordpress.com/2009/04/07/moleskine-una-libreta-con-mucha-historia/
(continúa mañana)