Hace ya más de dos meses que abandoné mi vida de empleada y me decidí a emprender mi propia historia. Llevo un mes planteándome este post, pero el #bufbuf me ha perseguido hasta ahora. Tenía ganas de explicaros mi proyecto, una nueva etapa de mi vida. Una vida de la que disfruto al lado de una fantástica familia, pero que hasta hace poco le faltaba esa chispa interior, esa sensación que sólo tienes cuando realmente haces lo que quieres hacer y de la manera que consideras más adecuada. En definitiva, de que lo que haces sirve para algo.
Foto de Da grande voglio fare il polimero dello stirene.Mi historia empieza en la universidad (no os preocupeis, mi intención no es soltar un rollo ;)). Hasta ese momento no había tenido claro lo que quería estudiar. Quería ser muchas cosas. Bombera, policía, astronauta, periodista, investigadora, médico,... Como véis, profesiones singulares. Pero también tenía ilusión de tener mi propio negocio. Quería dejar mi huella. Por eso hice ADE.
Entonces me di cuenta de dos cosas. Una, que es muy importante saber rodearte de gente buena. Pero buena no sólo por sus aptitudes, sino por su ACTITUD. Gente con ganas de hacer cosas, dinámica, enérgica.
Y dos, mi pasión por el marketing. Ví claro a qué me quería dedicar.
Pero las cosas no suelen ser tan bonitas como te las imaginas. Pronto me dí cuenta de que para muchas empresas el marketing era más una moda que no un elemento estratégico. Cuando para mi lo más importante era descubir quiénes eran nuestros clientes, cómo podíamos hablar con ellos, qué podríamos ofrecerles y de qué manera, a la empresa le interesaba más los colores del catálogo, el flash de la página web, la redacción de las notas de prensa... Todo eso es importante sí, pero carecen de sentido si no responden a una estrategia bien orquestrada donde el cliente se convierte en el cantante principal.
Pero "no hay mal que por bien no venga". Gracias a los pocos recursos con los que contaba, descubrí el marketing online. Posicionamiento web, email marketing, Google adwords,... eran palabrejas que si no hubiera sido por mi minúsculo presupuesto, me habría sido difícil llegar a ellas. Y después aparecieron las redes sociales. Mi primer contacto fue con Neurona. Me parecía fantástico poder establecer relaciones con gente del mismo perfil de una forma tan sencilla, y a la vez tan cercana. Gracias a esta red tuve la oportunidad de conocer gente interesante y establecer relaciones profesionales. Mi paso por este tipo de redes también fue evolucionando. Tras Neurona y e-Conozco, llegaron Xing, Facebook, YouTube, Flickr, Slideshare, Delicious, Meneame y finalmente Twitter. No, no me he olvidado Tuenti, pero reconozco que no soy muy asidua y prefiero Facebook.
Llevo tiempo investigando cada una de estas redes y el impacto que pueden tener sobre las empresas y los consumidores. Tengo que reconocer que para mí Twitter representa uno de los mejores canales de comunicación y un soporte para el resto de medios. Se trata de la combinación perfecta para adquirir conocimientos, divulgar ideas, colaborar y establecer tanto relaciones profesionales como personales. Todo en 1. Es donde me entero de todo, mi RSS, y además el lugar perfecto para conocer a personas interesantes. ¿Se puede pedir algo más?
Llegados este punto de excitación, tuve la oportunidad de decidir mi futuro. Y lo decidí. Quiero dedicarme por completo al Social Media Marketing. Y mis inicios no han podido ser más buenos. He tenido la oportunidad de trabajar en grandes proyectos a nivel estratégico. Pero sobretodo he podido colaborar con organizaciones y personas super interesantes y muy comprometidas con el trabajo. Estoy cerrando temas y ya estoy pensando en cuando iniciaré nuevos proyectos. Es tan divertido.
¿Tú también te apasionas por tu trabajo? Es la chispa de la vida.