Blanca era una mujer que triunfaba en los negocios y que pasaba mucho tiempo fuera de casa.
Su secretaria siempre le ayudaba con las reservas de avión
y de AVE pero nunca con la reserva del Hotel. Blanca era muy especial para eso,
decía que el Hotel tenía que ser como su casa, tenía que sentirse querida y por
ello los seleccionaba cuidadosamente.
En una ocasión viajó a Madrid, se alojó en un Hotel de 4*.
Debía pasar toda la semana de reuniones y esto le obligaba a madrugar. Como últimamente estaba bastante cansada pensó en pedir al personal de recepción que le despertaran cada mañana para asegurar así que llegaba a tiempo a sus largas reuniones.
Cuando realizó el checking en el hotel, pidió educadamente al recepcionista que por favor durante toda la estancia salvo el último día le despertara a las 06:00h. Pero el recepcionista le indicó que tenía que solicitarlo cada día (lo gestionaban manualmente en unas hojas de papel), a lo cual Blanca accedió, aunque no le gustó mucho ya que podía olvidar alguna noche comunicarlo a recepción y llegar tarde a su reunión.
Cosa que ocurrió al 2º día de su estancia. Olvidó comunicar a recepción que le anotaran en la “lista despertador” y llegó tarde a una reunión muy importante. Blanca que era muy educada no comentó nada en recepción pero el servicio no era de su total agrado.
Dos días más tarde volvió a llegar tarde a una reunión en este caso el recepcionista en lugar de llamarle a las 06:00 le llamó a las 06:30. Cuando Blanca bajó a recepción preguntó por las causas del retraso y la respuesta del recepcionista fue que a las 06:00h tuvieron que despertar a un grupo de 60 personas, no podía hacerlo más rápido. De nuevo el servicio despertar no era de su agrado.
Blanca había llegado tarde a dos reuniones en una semana, dos reuniones muy importantes para su empresa. Aunque Blanca nunca se quejó decidió borrar ese hotel de su lista, definitivamente no iba a volver a hospedarse nunca más en él.
A Blanca no le importaba la tecnología sino el sentirse como en casa, el sentirse querida y cuidada.
Pero definitivamente el Hotel necesitaba de la tecnología adecuada que le permitiera estar cerca de sus clientes, que estos se sintieran como en casa, que se sintieran especiales…