Judith Maldonado siempre quiso casarse con uno de los miembros de la familia De Armas. Soñó con ser estar cerca de los medios de comunicación desde aquella vez que participó en el miss Venezuela y quedó de séptima finalista. Sin embargo, las cosas no salieron como planeaba y tuvo que conformarse con el negocio de la alimentación, ya que consiguió atraer la atención de Javier de Arco, director general de Arcos Dorados, empresa que maneja McDonald's en el país.
Javier quería mucho a Judith y un caluroso día de verano, puso una semillita dentro de su barriguita. Semanas después, Judith se referiría elegantemente a este momento de su vida como "el día que me dejé meter gol" y nueve meses después, se encontraría en las Maternidad dando a luz a una hermosa niña de 3 kilos y 200 gramos a quien unilateralmente llamó Juana.
Hay opiniones divididas entre los estudiosos. Algunos -los más libertinos y desenfadados- dicen que Judith era fan de El General. En específico de su tema "Juana, pélame la banana". Otros -los más puristas y clásicos- le atribuyen el nombre más bien a Las Chicas del Can, concretamente al tema "Juana la Cubana" (que, pocos saben, es en realidad un tema original de Fito Olivares y La Pura Sabrosura). Sea como sea, los estudiosos están de acuerdo en que Judith no perdía las esperanzas de pertenecer -al menos de refilón- al mundo del espectáculo.
Juana resultó ser todo un bombón. Los archivos más fidedignos la muestran bastante parecida a Leelee Sobieski o a Milla Jovovich. Sin embargo, como las cosas no son perfectas y por algún lado tiene que equilibrarse el cosmos, dicen las malas lenguas que salió un poco loca.
Claro, nunca tan loca como su legendaria tocaya, la hija de Reina Isabel, una señora muy católica ella que engendró a la niña otra calurosa noche de verano en la que fue víctima de una borrachera catastrófica con arepas hechas a base de aguardiente colombiano en vez de agua (pasaría la vida excusándose en que "ese día no encontró el anís estrellado"). Reina Isabel nombró Juana a su hija en honor a la harina de maíz pre-cocida con la que fueron elaboradas tales arepas de la perdición. Con ese trasfondo, no era para menos que saliera medio tocada de la cabeza y los muchachos del barrio le llamaban "loca"... pero eso esa es otra vida y no hay real suficiente para comprar los derechos de reproducción escrita.
N uestra Juana comenzó a ganarse su reputación de desquiciada aquél día en que comenzó a decir que Dios le hablaba. Las más recientes investigaciones sobre el tema arrojan luz sobre este hecho. Ahora se sabe que, lo que Juana pensaba era Dios, era realmente Carlos alias "el Delfín", cantante folklórico ecuatoriano de dudosa moral, residenciado en la Avenida Orleans, que se hizo pasar por Dios y le habló en "Invisible" desde una cuenta ficticia de Skype, convenciéndola de ayudarle a "conquistar Francia" que se encontraba asediada por el mercado musical inglés por bandas como los Beatles o los Stones.
Convencida de su destino, libró sangrientas batallas para asegurar la distribución y mercadeo del artista bajo la mirada complacida de su madre, que murió feliz al saber que su hija había podido cumplir su sueño de entrar al show business. Juana fue ganando reconocimiento internacional, convirtiéndose en una heroína para el difícil género de la música folklórica ecuatoriana.
Tras establecer un nicho de popularidad y hacer que la cuenta oficial de Twitter de Delfin (@Yosoyeldelfinytuno) llegara al millón de seguidores, Juana se encontraba en el epítome de su carrera. Fue entonces cuando, estando en Nueva York en negociaciones con directivos de disqueras norteamericanas, el edificio donde se encontraba fue víctima de un ataque terrorista donde lamentablemente murió calcinada.
Arrepentido y para mostrar su aprecio por haber conseguido tantos beneficios a través de ella, Delfin le dedicó su tema "Torres Gemelas" que, hasta el día de hoy, sigue siendo su canción más popular y ya tiene más de 5 millones de visitas en YouTube.