Esta semana he estado de mudanza. Sí, me he cambiado de casa...Y ayer mientras abría unas cajas y sacaba mil y un recuerdos de una de ellas, me paré un momento a pensar en todos los sitios en los que he vivido. En cual me gustaba más, en cual menos, en cual me he sentido mejor...Nací en una casa del barrio de Egía, a la que fueron a vivir mis abuelos cuando volvieron de la guerra. Bueno ellos en realidad fueron a una habitación, pero después pudieron alquilar la casa entera y cuando mis padres se casaron se quedaron allí. Siempre será la entrañable casa donde nací...un segundo piso sin ascensor y una vecindad en la que apenas se cerraban las puertas cuando llegaba la noche y nos ibamos a dormir...Una vecindad de las de antes, de las familiares...Cuando tenía 9 años, mi padre nos sorprendió un día con que nos mudabamos...Le había comprado el piso a mi tío, que a su vez lo había comprado hacía un par de años, mejor dicho, lo había comprado mi tía, para mi primo el mayor que estaba a punto de casarse. Pero cuando se casó, su mujer quiso vivir en un pueblito cerca de Donosti, donde vivían sus padres y el piso de Amara se quedó siendo un gasto más y una preocupación, que mi padre resolvió con la celeridad del buen comercial que era..."Si me lo dejas en el precio que te costo a tí, te lo compro ya mismo"...y hecho. Nos mudabamos al barrio de Amara, a la zona nueva...Si tengo que ser sincera, a mi es un barrio que no me gusta demasiado, tampoco la casa...la vecindad era más fría, me quedaba más lejos del cole...Pero es la casa en la que realmente crecí y donde nació mi hijo. Es la casa de la que salí cuando me casé y a la que volví cuando me divorcié...Es la casa de mi padre...mi casa.Y me casé y me fui a vivir al barrio de Gros a un piso pequeño pero lleno de encanto y posibilidades, con una terraza que era más grande que el piso entero, en la que había sol desde que salía hasta que se ponía y en la que pude cultivar los rosales más espectaculares que he tenido hasta ahora..Es una pena que estos sean los poquísimos buenos recuerdos que guardo de ella.Y me separé y volví a casa de mi padre, a Amara. Y allí pasé el divorcio, la recuperación , mi renacimiento y poco a poco esa casa fue testigo de como iba dejando a un lado uno de los capítulos más tristes y debastadores de mi vida.Pero mi hijo iba creciendo y la casa daba de sí lo que daba. Mi hermana también se había separado y volvía al redil, así que se nos estaba quedando un poco pequeña y un día decidimos comprarnos una casita ella y yo a medias, de precio tasado y en buienas condiciones, en uno de los barrios más chics de Donosti jajjajaj. En Aiete, pero en una zona de pisos de Vpo y municipales. En el monte, un poco alejados de la civilización y cuesta arriba...Pero tengo que decir que aunque nos dieron un poco gato por liebre, era mi casa. La primera que era realmente mía...Y por circunstancias familiares y vitales tuve que dejarla y volví al barrio de Gros, de alquiler a un piso caro y que no valía para nada lo que estaba pagando. Así que después de dos años, pensarlo y buscar mucho, hace una semana me he mudado a Ulía, una zona verde, en un piso viejito pero bien cuidado, rodeada de monte y con jardín y terraza. Así que a no ser que me toque la lotería y pueda irme a un atico con terrazón, aquí me jubilo ya...De todas estas idas y venidas he aprendido que tu casa no es la que es de tu propiedad sino aquella en la que te sientes en tu hogar...Y espero que éste sea por mucho tiempo mi hogar...