¡Hola, hijo!,
Retornas pronto al sitio
Donde estás cumpliendo
Una misión encomendada
Por la patria.
Desde luego,
Bien sabemos
Que allá el peligro abunda;
Pero, nada de nervios,
Ni hoy ni nunca.
Ten en cuenta
Que el peligro
Siempre se encuentra
En todos los caminos,
Pues el diablo
Se la pasa rondando
Por doquier,
En procura del mal hacer.
Él tiene un poder grande,
Nadie lo niega;
No obstante,
Nunca superará la fuerza
Que tiene nuestro Divino,
Que siempre llega
A neutralizar los peligros
Que un día tengan
Sus buenos hijos,
Como lo eres tú.
Por eso su luz
Siempre la tendrás,
Entonces;
Jamás te faltarán
Sus bendiciones.
Eso sí, hijo,
En todo instante
Deberás ser precavido.
Que la sensatez no te falte.
No des papaya,
No te excedas en confianza;
A Dios rogando,
Y con el mazo dando.
Y sigue por el sendero
De cristalizar
Todos tus sueños.
¡Buen viento
Y buena mar,
Marinero,
Caminante!
Siempre será incontrastable
Que quien con Dios está,
De angustias no ha de saber,
En tormentos no vivirá.
¡Amén!
Revista Literatura
¡hola, hijo!
Publicado el 16 agosto 2012 por Calenturita
¡Hola, hijo!,
Retornas pronto al sitio
Donde estás cumpliendo
Una misión encomendada
Por la patria.
Desde luego,
Bien sabemos
Que allá el peligro abunda;
Pero, nada de nervios,
Ni hoy ni nunca.
Ten en cuenta
Que el peligro
Siempre se encuentra
En todos los caminos,
Pues el diablo
Se la pasa rondando
Por doquier,
En procura del mal hacer.
Él tiene un poder grande,
Nadie lo niega;
No obstante,
Nunca superará la fuerza
Que tiene nuestro Divino,
Que siempre llega
A neutralizar los peligros
Que un día tengan
Sus buenos hijos,
Como lo eres tú.
Por eso su luz
Siempre la tendrás,
Entonces;
Jamás te faltarán
Sus bendiciones.
Eso sí, hijo,
En todo instante
Deberás ser precavido.
Que la sensatez no te falte.
No des papaya,
No te excedas en confianza;
A Dios rogando,
Y con el mazo dando.
Y sigue por el sendero
De cristalizar
Todos tus sueños.
¡Buen viento
Y buena mar,
Marinero,
Caminante!
Siempre será incontrastable
Que quien con Dios está,
De angustias no ha de saber,
En tormentos no vivirá.
¡Amén!
