Hace un par de semanas la Comisión Europea aprobó la tasa Tobin que gravará las las transacciones de bonos y acciones un 0,1% y las operaciones con derivados un 0,01%. El impuesto será aplicado en Francia, Alemania, Bélgica, Austria, Eslovenia, Portugal, Grecia, Eslovaquia, Italia, España y Estonia que tendrán que aprobarlo por unanimidad y entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2014. La medida prevé recaudar 35.000 millones de €uros, lo que le correspondería a España 5.000 millones. ¿Los banco lograrán esquivar este tributo? ¿Qué se pretende gravando a estas operaciones?
En principio la tasa será pagada por todos los bancos que hayan aprobado la propuesta de la CE aunque conociendo el sector financiero seguramente este será trasladada a los clientes mediante comisiones que normalmente se inventan por el camino. Lo que pretende este tributo es que las entidades financieras paguen una cuota por las transacciones financieras que hagan por el gran beneficio que obtuvieron del dinero público de todos los contribuyentes para sanear sus cuentas.
La medida, por supuesto, es una buena forma de recaudar para los gobiernos nacionales pero lo realmente mal planteado es que serán los clientes los que acabarán pagando esa parte de tasa por lo que no afectará para nada al banco, una pena que la CE no haya podido aclarar mucho más esos términos.
Ahora toca esperar para ver si tiene alguna utilidad real el tributo y que los bancos a través de su ingeniería financiera tan de moda en los años anteriores a la crisis del 2008 no puedan esquivar su pago y que no lo apliquen al ciudadano de a pie.