Christine Conner, residente en Chester, Reino Unido, es una apasionada de los osos panda, en concreto de los rojos, tanto le gustan que cuando supo que Lushi, una hembra, de dicha especie, había tenido un bebé, ella y su novio, se apostaron durante semanas, siete horas diarias, para ser los primero en ver a la cría, lo que demuestra que no tienen demasiadas ocupaciones.
Por fin, al séptimo día, su larga y cara espera, ya que tuvieron que pagar un bono especial de permanencia, al Zoo de Chester, se vieron recompensados, con la aparición de Lily, que asomó tímidamente su cabecita, a la entrada de la madriguera, mirando con ojitos curiosos lo que había fuera y buscando a mamá.
Su mamá, en cuanto lo vio, se fue a abrazarlo amorosamente, quizás consciente de que en unos días, Lily va a ser trasladada, al Arca de Norden, un zoo en Suecia, donde su calidad de vida va a ser mucho mejor.