Homenaje a San Martín

Hola mi gente amiga!
Hoy, quiero rendir mi humilde homenaje a un gran prócer argentino, que se recuerda el 17 de agosto porque fue el día de su muerte.
Se lo conoce como el libertador de América!!!
General José de San Martín

GENERAL JOSE DE SAN MARTIN El triste alejamiento de su patria americana
El 17 de agosto de 1850, con 72 años, murió en su casa de Boulogne Sur-mer tras una larga enfermedad. Después de su desaparición, América comenzó a valorar sus virtudes y sus ideales de unión y libertad.

Los historiadores no coinciden sobre dónde inició su exilio el general José de San Martín. Lo cierto es que comenzó a alejarse de América el día en que abandonó para siempre el Perú, recién liberado de España. En el bergantín “Belgrano”, partió rumbo a Chile el 20 de septiembre de 1822. Doce días después (12/10/22), arribó a Valparaíso, solo, postrado y muy enfermo. Sufría vómitos de sangre y tenía fiebre muy alta. Cuando O'Higgins se enteró de su arribo y de lo mal que estaba, acudió en su ayuda y le prestó apoyo hasta su recuperación.
Rumbo a Mendoza
San Martín estuvo más de tres meses convaleciente en una chacra y, en cuanto mejoró, se alejó para siempre de Chile, país al que también había liberado. Salió para Mendoza el 23 de enero de 1823 cuando ya tenía 45 años de edad.
Cuando en Cuyo su excadete y combatiente de San Lorenzo, Manuel de Olazábal, supo que estaba en camino, de inmediato salió a su encuentro hacia la cordillera.
San Martín iba por el Portillo y, a lomo de mula, llegó en un día a Totoral, estancia de don Juan Francisco Delgado. Allí hizo noche y, al amanecer, siguió por el cajón (quebrada) de Manzano hasta hacer cumbre y pasar la noche.
“Al otro día -cuenta Olazábal-, cuando el sol aparecía en todo su esplendor en el oriente y tomaba mate, a la distancia se vio una pequeña caravana que lentamente se dirigía a la cumbre. Desde luego, sospeché que allí venía mi coronel y general. Efectivamente, era el Gran Capitán. El general San Martín iba acompañado de un capitán con dos asistentes, dos mucamos y cuatro arrieros, con tres cargueros de equipaje y comestibles. Cabalgaba una hermosa mula zaina con silla. Tenía el semblante decaído por demás. Cuando se acercó, me precipité hacia él y lo abracé por la cintura, deslizándose de mis ojos abundantes lágrimas. El general tendió su brazo izquierdo sobre mi cabeza y, lleno de emoción, solo pudo decirme: ­Hijo!
Un momento después, invitado a descansar y a tomar un poco de té o café, aceptó y, ayudándole a bajar de la mula, se sentó sobre una montura.
Mientras, San Martín se cebaba un mate de café, que prefirió, y me preguntaba por la familia, dijo: "­Qué diablos! me ha fatigado esta subida'.
Bueno será, quizá, que bajemos de esta eminencia desde donde en otro tiempo me contempló la América.
Efectivamente, sosteniéndolo, montó la mula y emprendimos el descenso de los Andes...”, concluyó Olazábal.
Estadía en Mendoza
Cuando San Martín llegó a Mendoza, fue recibido con alegría y el Cabildo se sintió orgulloso de su estadía. Por unos días se alojó en la casa de una gran amiga, la señora de Huidobro, pero luego se alojó en su chacra “Los Barriales”. Más tarde, cuenta en una carta cuál era su proyecto en Mendoza. “A mi regreso del Perú no trepidé en adoptar un plan que, al mismo tiempo, lisonjeaba mi inclinación, ponía a cubierto de toda duda mis deseos de gozar de una vida tranquila que diez años de revolución y de guerra me hacían desear con anhelo. Consiguiente a él, establecí mi cuartel general en mi chacra de Mendoza y, para hacer más inexpugnable mi posición, corté toda comunicación, excepto con mi familia. Yo me proponía, en mi atrincheramiento, dedicarme a los encantos de la vida agricultora y a la educación de mi hija, pero ­vanas esperanzas!”.
http://www.eltribuno.info/salta/

 Y pensar que murió solo y muy pobre allá en Francia!!!
A veces no sabemos valorar lo que hicieron los grandes hombres por la Patria,
Gracias General!!!
Y gracias a ustedes por pasar por mi cielito, que tengan un lindo día!!!!!