Homicidio involuntario

Publicado el 08 noviembre 2011 por Isabelmaria

“Mira que duele tener el puñal de tu ausencia clavado en mi pecho pero sé con certeza que moriré desangrada si lo arranco . No quiero morir. Sólo tú podrías hacerlo porque tienes las llaves de mi casa”.La nota, descartaba el suicidio y dirigía, como siempre, las sospechas hacia los más allegados.
La víctima debía conocer y confiar en su asesino porque no había cristales rotos ni cerraduras forzadas. Todo estaba en orden , no había indicios, no había arma del crímen, sólo su cuerpo frío e inerte yacía en el suelo en una posición inesperada , con los ojos muy abiertos y una expresión en su rostro de "mi amor, no entiendo nada" .Un gran charco de sangre derramada y en sus pupilas dilatadas , todavía el reflejo de una cara.
Expertos en lenguaje no verbal pudieron constatar en el gesto de su muerte que le amaba. El caso fue resuelto en pocos días, numerosos testigos confirmaron que sólo para él tenía esa mirada.
En el momento de su detención, los policías no se atrevieron a esposarle ni a leerle sus derechos, mudos, pálidos ante la visión de un hombre con un puñal clavado en el pecho que se entregaba sin oponer resistencia.