Hoy estoy en un momento, en el que soy muy consciente de que me estoy jugando mucho en cada decisión, que ya llevo muchos intentos y en todos he aprendido algo sobre esto de vivir. Tengo aprendizaje acumulado (supongo que no mucho), pero suficiente para saber donde me siento en casa y donde siento frío.
Hoy quiero caminar consciente, en todo lo que vivo, abrazando el presente y abrazando la vida.
Cuando me planteo ciertos detalles de mi camino, siento un poco de vértigo y la responsabilidad de saberme protagonista de mi historia, pero nunca dueña, eso le pertenece a Otro.
Sé como quiero vivir, sé que valores me enraízan, sé que las emociones bailan, conozco algún sueño que me habita. Con todo esto, sonrío. El cómo lo tengo, pero el camino... ¡Cuántos caminos! Y entre todos, hoy presiento que solo un camino es mi camino. Sonrío y confío. Puede que esta vez, después de muchos intentos, haya llegado a un lugar con un horizonte claro y sí, sonrío, porque tal vez este sea mi horizonte.