¿Qué dónde está? Pues ahí, bajo tierra. Situado en el cinturón verde de Londres, la mayor parte de la construcción está oculta por un techo vegetal vivo, que se integra perfectamente en la campiña circundante.
Las 198 habitaciones están distribuidas alrededor de tres rectángulos con 800 m2 de jardines, que permiten que la luz entre en las estancias. La instalación ocupa un total de 20.000 m2.
Intercambiadores de calor, bombas geotérmicas, recogida de agua de lluvia, reciclado de aguas negras y otras instalaciones, hacen que la huella humana sea reducida a la mínima expresión, combinando lujo y ecología... por lo menos, esta es la idea. Cuando se construya, ya veremos.
Todas las imágenes y más información en la web de ReardonSmich Architects.
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