Hoy comenzaré un cuento.
Escribiré con tristeza, porque en mi alma la felicidad fue raptada. Embarraré la pluma con tinta negra y pondré en marcha el ritmo de mi mano. Y de aquel papel blanquiñoso envidiaré su pureza. Obtendré, al fin, unos versos con palabras mal escritas y sin sentido alguno. Y será el logro de días estresado y de serias reflexiones sobre el amor. Finalmente, saldré orgulloso de un papel manchado con palabras y lo publicaré en ese blog que a nadie le interesa.
Daniel E. Yupanqui Lorenzo.