Hoy me siento padre, feliz!

Ahora, en la soledad de esta noche conmovedora, mágica y singular en mi vida, muy lejos de donde desearía estar pero donde está ya mi corazón, intento con dificultad escribir algunas palabras inútiles e inexpresivas para describir todo lo que siento intensamente en estos momentos! ¿Amor? ¿Alegría? ¿Confusión? ¿Tristeza? Quizás un poco de cada una de ellas…

Mi corazón y mi mente pugnan por ganar la batalla!

Mi corazón, ahora mismo, me habla de amor, de paz, de alegría, de satisfacción, de emoción, de comunión, de compartir…

Mientras que mi mente, ahora confundida porque no sabe gestionar emociones, me habla de tristeza, de melancolía, de dolor, de silencio, de impotencia, de distancia…

El corazón me dice que es solo el principio, mientras que mi mente me habla del final!

El corazón me habla de “para siempre“, mientras mi mente me habla de “jamás“

Qué contradicciones puede albergar un simple y vulnerable ser humano corriente como yo! ¿Estar feliz… o infeliz? ¿Llorar de alegría… o de pena? Qué difícil se me hace decidir… porque ahora no soy libre, sino presa de una intensa emoción llamada amor!

Pero, un poco más al fondo, en mi Alma, todo es emoción y se equilibran las fuerzas antagónicas de mi corazón rebosante de alegría y de mi mente confusa!

En mi Alma ahora solo hay paz!

Paz porque junto a ella está mi amor verdadero… por la madre feliz, por mis hijas sin serlo también felices y recién llegadas a este mundo nuestro… y por la felicidad que, las tres, lograrán por fin vivir!

Atrás queda lo que pudo ser y no fue, lo que hubiera deseado compartir y no compartí, las horas compartiendo esta ilusión con mi amor, los momentos de sufrimiento que nos obligaron al silencio doloroso, las bienvenidas esperadas y las despedidas sufridas, todos esos instantes mágicos que nos trajeron hasta aquí!

Pero el Alma, afortunadamente, no entiende de pasado ni de futuro, solo vive el hoy… y para siempre!

Y hoy y ahora mi Alma se siente feliz… por la madre, por sus niñas que siento como mías, por mí mismo, espectador involuntario de tanta felicidad que comparto desde el Alma, aún en la distancia!

Felicidades amor mío y ahora madre feliz… y bienvenidas a este mundo nuestro, queridas hijas mías, gracias por hacerme sentir ahora padre feliz!!!

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