Revista Diario
Voy a escribir la historia de mi cuerpo entre tus manos. Recuerdo estar estirados en la cama, mientras tenías los ojos cerrados, y mis labios acariciaban suavemente la piel de tu cara. Te despediste, sin un adiós quizás fue lo que más me dolió, hoy te dejo en libertad como los pétalos de rosas que vuelan libremente, por el aire. Como el viento que va y viene y nunca se sabe a donde va.Mi cuerpo con todos sus resquicios impredecibles, rasga las sabanas de la noche con su cantar de guitarra del monte y enciende la oscuridad con su brillo de luciérnaga. Mi cuerpo se vuelve planeta inexplorado donde posa el tuyo su nave del espacio, y donde nuestros corazones juegan a quererse. Hoy te dejo el libertad, para que tu corazón ame a alguien más y puedas sentir lo que hoy te escribo yo a ti. Ya no busques mi cuerpo tendido en la cama, se marchó antes de que saliera el sol y tu pudieras abrir los ojos. Nuestra vida a sido como una canoa hemos remado mucho para llegar al final, y nos ha dolido mucho mientras remamos hasta el final. Nos paramos a medio camino, porque sabíamos que llegaría el final y todo terminaría. Nos dejamos palabras tatuadas en nuestra piel, aunque ya no dicen nada solo se escucha silencio. Vuelve pronto, y te fuiste con los pétalos de rosas que inundaron mi cama de felicidad. Hoy te dejo en libertad, para que puedas abrir otras puertas, para que puedas tocar otros cuerpos, para que puedas mirar fijamente unos labios y morirte de ganas de besarlos. Te acuerdas? Como tu hacías lo mismo con los míos, como nos quedábamos horas mirándonos, intentando traducir cada mirada pero sin decir nada. Como cuando me tomaba el té verde preparado por ti con mucho amor, y me sentaba en el sofá con la manta, igual que hiciste que no olvidará cada detalle tuyo también hiciste que me olvidará de ti al marcharme. Hoy te dejo en libertad para que sientas otros corazones y llenes el jardín de flores de otra persona. Mi cuerpo desde siempre parece haberte querido, haberte estado esperando.
No te odio, no hay rencores simplemente el corazón ya no está, tu corazón ya no está.