intentando me contaran sus secretos...
Pero aquellas se cansaron de mi acoso
y cansadas, le pidieron a las nubesque cubriera sus figuras con un manto,
y eso hicieron...
Hubo un tiempo en que soñaba con sirenas
que buscaba y encontraba por las playas,con su cuerpo sugerente y atractivo
y esa luz de sus pupilas
que me hablaban sin palabras...
Pero un día se acabaron las resacas
de la infanciay volvieron las galernas de una cruda realidad
y juventud cual torbellino...
Hubo un tiempo en que viví una bella fantasía
con princesas de leyendasy hasta estuve enamorado de una linda Dulcinea
rescatada del olvido...
Pero pronto los molinos acudieron a mi encuentro
enseñándome al Quijote que llevabaen su montura un rocín, malencarado,
y con ganas de dormir a pierna suelta...
Hubo un tiempo en que quería ser poeta
y hasta estuve, con mis versos,ensayando con la luna, unos pasos para un baile
que dejamos aplazado
esperando a las estrellas...
Pero estas se asomaron a los cielos
y dejaron en los mismos unas lágrimas preciosasque llegaron al cuaderno
y rompieron los acordes de aquel baile
y los versos tan preciosos que asomaban
en sus letras....
Hubo un tiempo en que te amé profundamente
y creí que tú me amabas,y pensé que ya podía proclamar a todo el mundo
un secreto que guardaba a pesar de la evidencia...
Pero tú me despertaste de ese sueño
y dijiste que seríamos amigos,que el amor que yo sentía era hermoso y era tierno,
pero a ti no te llegaba
y querías apurar muy bien el tiempo
de la "eterna juventud" en que vivías...
"...Hubo un tiempo, sí, y bien que lo recuerdo...
Pero ya es pasado, simplemente..."
Rafael Sánchez Ortega ©
03/05/18