HUC(6): La de una niña que ES lo que parece

Publicado el 26 octubre 2010 por Elcocteldeloscuentos
Hago hueco entre la práctica de Introducción a las Ciencias Jurídicas que tengo que entregar mañana y las ganas de tumbarme a la bartola, para traeros una nueva entrega de la sección más peliculera de esta casa de la net. Hoy, con una de vampiros.
Título: Déjame entrar (Let me in)
Género: Thriller/Terror
En tres palabras: La querrás ver
País: Estados Unidos (remake de la versión sueca Låt den rätte komma in, rodada en 2008).
Año: 2010
Se estrenó en nuestro país el: 22 de octubre
Reparto: Kodi Smit-McPhee, Chloe Moretz, Richard Jenkins.
Sinopsis: Abby (Chloe Moretz) es una solitaria y reservada niña de doce años que se muda al piso de al lado de Owen (Kodi Smit-McPhee). Owen es un inadaptado social al que acosan en el colegio y en su soledad, forma un profundo vínculo con su nueva vecina. Sin embargo Owen nota que Abby es diferente a todas personas a las que ha conocido antes. Además, una cadena de espantosos asesinatos ocurren en la ciudad y Owen deberá enfrentarse a una realidad en la que su nueva amiga y aparantemente inocente realmente es un despiadado vampiro.
Hace un cine (22 de octubre de 2010): Voy a ser sincera: le tenía ganas. Mis ojos hacían chiribitas recién sentada en la butaca, esperando a que empezara Déjame entrar, el film basado en la novela homónima de John Ajvide Lindqvist y dirigido por Matt Reeves. Me echaba para atrás el hecho de que fuera un remake de la versión sueca de 2008 que yo no había visto. Sin embargo, y que conste que esta crítica la haré de una manera totalmente aislada a su antecesora, tengo que decir que Déjame Entrar (Let me in) no me ha defraudado en absoluto. No suelo ir al cine a ver vampiros, sinceramente (y eso que en los últimos tiempos las salas están plagadas de ellos), pero es que esta película cuenta una historia de vampiros totalmente inusual.
Una de las cosas que más me ha gustado ha sido que, a pesar de ser una película de género paranormal, muestra la cruda realidad del abuso y el acoso escolar, encarnada en el personaje de Owen. En medio de su solitaria y desgraciada vida en la que ensaya frente al espejo, cuchillo en mano, cómo hacer frente a sus violentos "compañeros", aparece Abby, que se acaba de mudar al apartamento de al lado con su "padre", pero que es extraña a más no poder. Y es que (por ahí va el título de este HUC) el inocente Owen no se imagina qué clase de ser es la bella Abby, pero el espectador ve perfectamente que esa manera de tapar las ventanas de su casa y de caminar descalza sobre la nieve, no es precísamente normal. Y es que la dulce Abby es un vampiro que, como todos, necesita beber sangre humana para sobrevivir.
He percibido esta película como cálida y cercana, a pesar de que en más de un momento di algún bote sobre la silla (de susto, prometido). La he percibido así porque incluso el más despiadado de los seres es capaz de darle más amor y ternura a Owen que su propia madre, y ese mismo ser, es capaz de percibir que el niño es algo más que simple sangre fresca.
Dos puntos favor:
1. La banda sonora, que ha corrido a cargo de Michael Giacchino y que entusiasma a cualquiera que tenga oído.
2. La sublime actuación de Kodi y Chloe, ambos impresionantes y enormes, que llenan la pantalla como actores adultos que llevan una vida haciendo cine.
Como pega, le pongo los efectos especiales que le han dado a Abby para que pueda moverse (y atacar y aterrorizar) en su forma de vampiro. Son un poco rudimentarios y le quitan realismo a una historia que el espectador puede llegar a tragarse (y se traga) desde el principio. También me hubiera gustado que se explotara más al actor Richard Jenkins (en el buen, buenísimo, sentido de la expresión).
Gustará, por su ritmo, su música, la interpretación de sus actores protagonistas y su trama (mérito de noveslita tenía que ser). A mí me pica la curiosidad de ver la versión sueca, así que quizá, un día os sorprenda con una crítica sobre ella. Quién sabe.
Puntuación final: 8/10