Huérfana

Publicado el 07 febrero 2010 por Gothicsue_

Nos enseñaron muchas palabras ambiguas, variables y descoloridas. Metáforas tranquilizadoras para nuestros pensamientos inquietantes. Pero en todo ese discurso no decía que la pasión es una puta analfabeta herida, que corre por ríos de tierra oscura.
-Todos somos un poco subterráneos, tenemos ambos lados superpuestos-
Tampoco aprendimos que la soledad es la madama, que viene a cobrar el día menos pensado, por favores que ni siquiera uno recuerda.
No se explica, no describe de qué se trata, sólo cobra al contado, y te deja en esa vaguedad que no se entiende, pero claramente instalada en cuerpo y mente.
Vestidas de mil maneras diferentes, acechan, al otro lado y ni las siete llaves que pongas te resguardan de cada una de ellas. Deslizan su papel bajo la puerta como lengua insidiosa y atención con levantarlo, porque ya contamina sólo mirar que desvanece.
Es la una o la otra, que vaporiza y esparce su humo por la casa. Sahumerio de locura o melancolía.
Por lo tanto…o la metes en tu cama y consumas de una vez su propósito desgarrándote entre sopores o gemidos agónicos (con lo cual, la otra, volverá para su cobro) o le sirves un té, como a una vieja conocida, un parentesco no deseable, pero imposible de evitar y tal vez tenga piedad y su visita sea breve. No es cosa de fácil elección.
Sin embargo, es tan humano caer y tan artificial el paraíso, que el fantasma de una estará, siempre, durante la estadía de la otra, y tendrás que conocer tus partes laterales.
Tal vez después, sólo después, elijas la peor, la más huérfana, la que todos desprecian u olvidan y te quedes mirando la mancha que dejó la que no elegiste, en la tasa sobre la mesa, con su propio color, con su forma inequívoca, y en tu cuerpo habrá un lugar reservado, de la mejor manera, pálido y sin sabor rogando porque regrese la que dejaste ir.Copyright by Susana Inés Nicolini. Todos los derechos reservados