Ahhhhhh!!!!! Fué la expresión más gritada esta noche durante una soirée de Halloween en la que estuve con mis amigos españolitos. Para festejar de alguna forma nuestro Halloween Parisino decidimos juntar a todo el gueto español y realizar una soirée (fiesta nocturna en francés) con diferentes platos de comida, postres y visionando en una gran pantalla “Pesadilla en Elm Street 1″ en donde Fredy se dedicaba a despellejar a todo bicho viviente.
Saúl se dedicaba a gritar a la oreja a todo el mundo y la pobre de nuestra amiga Eli casi se muere de un ataque al corazón.
Al acabar la primera película, la cual vimos mientras cenábamos (que sangre fría por Dios!!!!), decidimos pasar a los postres y ver la segunda película “No tengas meido a la oscuridad” en donde una especie de ratoncitos-diablos se dedicaban a arrancarle los dientes a todo el que pasaba por una casa encantada. Es una peli que relata la historia del ratoncito Pérez pero de forma un poco más sangriento-satánica jajaja.
Y mientras disfrutábamos, entre grito y grito, de la película, nos comimos estos deliciosos huesitos de santo de yema ¡¡¡que estaban de vicio!!! De hecho pensaba que me quedaría alguno para comer hoy pero no fué así… jejeje
Aquí tenéis la receta:
INGREDIENTES:
Para el mazapán:
- 150 grs de almendra picada
- 200 grs de azúcar
- 100 grs de agua
Para la yema:
- 50 grs de agua
- 100 grs de azúcar
- 4 yemas de huevo
ELABORACIÓN:
Comenzamos crando el mazapán. Para ello realizamos un almibar con el agua y el azucar. Lo ponemos a hervir y removemos durante 3 o 4 minutos hasta que se espese un poquito.
Cuando tengamos el sirope añadimos la almendra y removemos con cuchara de palo hasta conseguir una masa consistente. Dejamos enfriar.
Mientras enfría la masa de mazapán comenzamos a preparar la yema. Para ello hacemos un almibar con el agua y azúcar.
Batimos las yemas de huevo y cuando el almibar esté hecho vamos añadiendo, con un fino chorito, el almibar en el plato donde batimos las yemas. Envolvemos bien y sin dejar de remover, porque sino se cortará la crema, vertemos la mezcla en el cazo donde hicimos el almibar y ponemos a fuego medio hasta que la crema se espese mucho.
Una vez creada la crema de yema dejamos enfriar y nos ponemos manos a la obra con el mazapán.
Para ello espolvoreamos la mesa con azucar glass y cogemos una pequeña bolita de mazapán. Es importante que el mazapán esté templado tirando a caliente para evitar que se rompa.
Estiramos el mazapán haciendo una tira de unos 4 cms de ancho y hacemos cuadraditos. Cada cuadradito lo enrollamos en un palo de 1 cm de grosor o, como en mi caso, en un bolígrafo jajaja, y hacemos los cilindros. Los ponemos en una bandeja y dejamos que se sequen durante unos 10 minutos para que estén más duritos y podamos rellenarlos bien.
Luego con una manga pastelera rellenamos y dejamos reposar 5 minutos.
Como los cilindros estarán llenos de azucar glass por fuera podemos pintar con un pincel humedecido en agua para retirar todo el azucar glass restante y los dejamos secar durante 30 minutitos mas.
Disponemos en una bandeja como más nos apetezca y podemos añadirles un chorrito de caramelo líquido por encima.
Y esta es la pinta con la que han quedado los míos. Estaban realmente deliciosos. Para aquellos que os gustan los huesitos de santo puedo deciros que esta receta ¡¡¡os va a hacer flipar!!!
¡¡¡Que se os haga la boca chocolate y no paséis mucho miedo!!!