Cuando Lancôme me enamora… lo hace de pleno. Y con esta paleta que os presento hoy conquistó mi corazón en un abrir y cerrar de ojos.
La Hypnôse Drama Eyes Palette en ‘Violet Magnetique’ fue el otro regalo de cumpleaños que me hicieron mis chicas@HDBeautyStyle, @bollodemosto, @unnaturaldd, @anna9187, @vircore y @GIGINA1987. Soy una absoluta enganchada a los morados (ya sabéis que mis tonalidades preferidas para maquillarme son los marrones y los morados en toda su gama), por lo que si os pasa como a mí, necesitáis esta preciosa paleta.
‘Violet Magnetique’ cuenta con cinco tonos perfectos para crear diversos looks. Os los muestro:
1 Morado medio, de subtono cálido y acabado perlado. 2 Rosa con subtono malva, con pequeños brillos, perfecto para iluminar. 3 Negro intenso, mate, perfecto para crear ahumados 4 Morado oscuro, de acabado perlado 5 Morado – rosado, muy claro, perfecto para transiciones o para looks suaves en el párpado móvil
El packaging es negro, muy sencillo y ligero. Quizás lo único que echo de menos es algo de robustez en la paleta y alguna fundita donde meterla para llevarla en el bolso, por lo demás me encanta.
Lleva un espejito para poder retocarnos o maquillarnos fuera de casa, y dos brochitas (que si bien yo no las suelo utilizar, son perfectas para sacarnos siempre de un apuro). Las brochitas están imantadas a la paleta, evitando así el riesgo de que se caigan.
La pigmentación es muy, muy buena. A mí me duran toda una jornada laboral, aunque debo decir que yo nunca utilizo las sombras sin prebase primero. Pueden usarse tanto en seco como en mojado, consiguiéndose una mayor intensidad de esta segunda forma. A mí personalmente me es suficiente con la aplicación en seco, en mojado me da la sensación de que queda un look más “húmedo” por llamarlo de alguna forma.
El precio creo que ronda los 57 € (a unos 11 € la sombra).
Espero que os haya gustado (:
¿Sois moraden – lovers como yo? ¿Sois partidarias de adquirir este tipo de paletas o preferís las sombras mono?
Besos miles y gracias por estar siempre ahí,
Auxi