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I) ventajas e inconvenientes de las autonomías: de la teoría a la práctica.
Publicado el 19 abril 2012 por Reddeblogscomprometidos @redblogscompLos diversos pueblos integrantes de España se fundieron en una nación común a lo largo de un proceso secular que respetó, generalmente, su identidad social, cultural e histórica hasta el día en que se implantó un Estado unitario y centralista, que trató de eliminar las diferencias regionales, originándose entonces el problema o la cuestión regional.
Para solucionar la cuestión regional la Constitución de 1978, en su Título VIII admitió las autonomías territoriales de las “nacionalidades y regiones de España”.
La autonomía es un medio o un camino para resolver la cuestión regional. La autonomía supone autogobierno, pero no conlleva soberanía política, dada “la indisoluble unidad de la Nación española”. Las comunidades autónomas tienen potestad legislativa y poseen autonomía política en sus competencias y en su territorio.
En la Transición democrática de los años setenta del pasado siglo se creía que las autonomías eran la solución de la cuestión regional. Sin embargo, unos pocos expertos manteníamos ciertas reservas sobre la bondad del resultado del proceso autonómico. Juan Ferrando Badía afirmó entonces que con la autonomía territorial “…de lo que se trata no es de que cada región o nacionalidad tenga más poder… poder y más poder…, sino que ese poder sea funcional para esa Comunidad”, y expuso, a comienzos de los ochenta del pasado siglo las teóricas ventajas e inconvenientes que entonces se creía que tenía el Estado autonómico.
De la detallada exposición que hizo Ferrando Badía voy a reproducir aquí un resumen de tales ventajas e inconvenientes. En cuanto a las teóricas ventajas señaló las siguientes:
1.- Deflación legislativa, que en el Estado moderno se está imponiendo.
2.- La elaboración de una legislación y una administración más adecuadas al ambiente, a las condiciones y a las necesidades locales.
3.- Atenuación y progresiva eliminación del sentimiento de desconfianza de los ciudadanos hacia el Estado.
4.- Limitación del excesivo poder que, en el plano nacional, pueda poseer, en el marco de una democracia pluralista como es la actual española, un partido o un conjunto de partidos.
5.- Además la creación de un Estado autonómico resolverá los siguientes problemas:a) El problema de la independencia y del separatismo que anida en algunas partes del territorio.b) Devolver al individuo la posibilidad de desenvolver su propia personalidad en la esfera más cercana a sus intereses.c) El ciudadano tendrá campo donde desarrollar sus libertades públicas.d) Se evitará el riesgo de que con la formación de unidades superestatales quede el individuo anulado.e) Finalmente, con el Estado autonómico se realizará mejor y más efectivamente la unidad española, si se aplica el principio de solidaridad.
Si se comparan estas ventajas, tan ingenuas y bienintencionadas, con la realidad del Estado autonómico español actual, treinta años más tarde, se observará la abismal diferencia entre la teoría y la práctica.
En cuanto a los teóricos inconvenientes de las autonomías, Ferrando Badía los reducía a tres:
1.- En primer lugar decía que algunos expertos señalaban que con las autonomías había peligro de desmembración del Estado, porque eran un fértil abono para los separatismos. Sin embargo Ferrando Badía afirmó que “al contrario, el Estado autonómico evitaría el separatismo”.
2.- También decía que ciertos expertos objetaban que las comunidades autónomas al gozar de amplias competencias, y si estaban gobernadas por partidos diferentes y antitéticos, podían ser un peligro para mantener la unidad legislativa nacional. A pesar de todo, Ferrando Badía dijo que eso no podría suceder en España porque el Título VIII de la Constitución contiene frenos y contrafrenos en el Estado y en el Tribunal Constitucional.
3.- El Estado autonómico presenta graves inconvenientes “financieros y burocráticos” con creación y duplicación de burocracias. Ferrando Badía dijo que este inconveniente sí que tenía fundamento y que así iba a ocurrir en España, como así ha sido.
Las teóricas ventajas de la descentralización también han sido relacionadas, pero con mayor realismo, por Juan Manuel Blanco, quien dice lo siguiente: “ya en el siglo XX los economistas comenzaron a formalizar una teoría sobre las ventajas de la descentralización, que hoy se conoce como “primera generación de federalismo fiscal”. Con este esquema la prestación de servicios en el ámbito regional aportaba ciertas ventajas pues lograba presuntamente adaptar mejor las características de estos servicios a las particularidades locales. Además, debido a una mayor cercanía, los votantes podrían ejercer un mejor control sobre los gobiernos regionales que sobre los nacionales. Se generaría así una sana competencia entre las administraciones regionales por realizar una buena política y gestionar los recursos eficientemente con el fin de atraer ciudadanos de otras regiones que contasen con peores servicios y mayores impuestos. Como corolario, los gobiernos regionales tenderían a reducir su tamaño, contribuyendo así a la consecución de un estado pequeño y eficaz”.
En la práctica, la generalización de la autonomía a todas las regiones –conocida coloquialmente como “café para todos”- se hizo pretendiendo erróneamente “descafeinar” las desmesuradas reivindicaciones de las nacionalidades o regiones históricas. Sin embargo, esa generalización tuvo un efecto perverso, porque todas las regiones –históricas o no- acabaron aspirando a conseguir el máximo de transferencias de competencias. En todo caso, las autonomías territoriales han consolidado el poder caciquil provincial o regional. Por ello el Estado debería haber controlado y supervisado el nacimiento, organización y funcionamiento de tales “autonomías”, tutelándolas adecuadamente.
…..Continuará…..
(El Ocaso de las Autonomías, Joaquín Javaloys, 2012).