***Íbamos a 100, cuando decidí tirar mi ropa interior por la ventana.Las risas se escuchaban como acopladas en una habitación de paredes insonorizadas.Tu risa era inconfundible, únicamente tuya.Se contagiaba, se mezclaba con mi paladar adormecido por el alcohol.Me costó un segundo desabrochar tu pantalón y tu miembro salió a buscarme el solito.Luego te besé y besé tus manos que sujetaban el volante. Estábamos tan calientes y no queríamos parar.Esa noche íbamos a 100, esa noche en que las estrellas se clavaban en nuestras pupilas como cuchillos de oro y la brisa era fresca y tu tacto apetecible, como apetecible era yo para ti.Tus dedos me amaban por dentro y tu lengua se quería casar conmigo, deletreábamos pensamientos.El deseo se apoderaba de nuestras mentes.Mis orgasmos se derretían en tu boca y mi gemidos reinaban en nuestro mundo.Nada podía pararnos porque esa noche íbamos a 100. ***
LaNiñaMariposa 23 Junio 2012.